Cultura

Por adelantado y sin crónica prevista

Me resultó curioso que la pasada semana el compañero Andrés Leal viniera a decirnos en sus Días Felices que Alicante, ciudad madre de la provincia, nos ignora. Lo anoté nada más leerlo para comentarlo con él y con el resto de compañeros y compañeras durante la comida de 2º aniversario del Epdv. El caso es que al final no hubo tiempo para debatir acerca de su idea sobre tal postura. Temas como el dichoso trasvase, el viaje de Sergio a Madrid, el casco nepalí de Mateo, los disfraces de Pepe o la sesión de entrenamiento de la Fórmula Uno, ocuparon el escaso horario que previó el periódico para fomentar las relaciones entre sus gentes. También hubo muchas sillas vacías, excusadas todas, pero vacías.
Comprenderán entonces que no me quede otra alternativa que tratar el tema en este reducido espacio. Alicante nos ignora. Retomar el tema incluyendo un año más, de pasada otra vez por el momento, la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos que cumple quince añitos este noviembre del presente 2007. Imagino que alguien habrá pensado que todavía está a tiempo de interesarse en sus contenidos, pero al hilo de lo escrito hasta el momento debe suponer que deberá recurrir a la omnisciente red de redes para averiguar algo. Con todo les adelantaré que la muestra se desarrollará en Alicante desde el 10 al 18 de noviembre y que probablemente no encontrarán información de la misma en nuestra ciudad. Yo ya me cansé de solicitar algún programa en la Casa de la Cultura puesto que o bien enviaban una cantidad testimonial, o bien desde la dirección de la Casa me facilitaban uno de los dos que habían recibido. Alicante nos ignora. Y aunque a nadie le quepa en la cabeza que una muestra abandone la captación de asistentes potenciales a sus propuestas, esa resulta a la vista la estrategia de la presentada. Aún así y con el fin de evitar daños colaterales, recomendaremos alguna de las producciones presentadas para que los días puedan continuar siendo felices. A solas con Marilyn de Alfonso Zurro y llevada a escena por la compañía La Atalaya, que en varias ocasiones ha visitado nuestro teatro, se presenta como estreno absoluto en el Teatro Arniches. Alejado en esta ocasión de las visitas a los clásicos (Medea, La ópera de tres centavos, El público), parece que el director Roberto Iniesta ha encontrado inspiración en la revisión que Zurro hace del mito de la mujer abandonada. Cantando bajo las balas de Antonio Álamo puede ser otra de las apuestas seguras que presenta la muestra, así como Cambí climàtic: circus, que aunque se represente en valenciano cuenta con el aval del trabajo de Xavi Castillo. Por último, en esta entrega, les animaré a acudir al espectáculo Rebeldías posibles de Cuarta Pared con dirección de Javier G. Yagüe, director de la veterana sala que da nombre a la compañía y que sigue una línea de riesgo en cuanto a puestas en escena contemporáneas.

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