¡Por fin llega el verano!
Ya iba siendo hora que el buen tiempo hiciera acto de presencia en nuestro pueblo. La verdad que este invierno ha habido de todo un poco: calor, frío, vientos que parecían auténticos tornados y hasta ha nevado un poquito. Pero ahora es el momento de vivir la vida, de disfrutar todo el tiempo perdido durante el año, de las vacaciones, de las fiestas nocturnas, de las habas, de los caracoles, de la cerveza bien fría, de la playa, de la piscina....yujuuu. Solamente tengo un punto negro, un punto que tiene la mayoría de la gente, un punto que nunca logro corregir, ADELGAZAR.
Casi toda la gente cuando ve que el verano se acerca, le empiezan a entrar las prisas por perder esos kilitos de más y no tener ningún michelín en su cuerpo. Yo todos los años marco estilo, mi michelín viene conmigo a todas partes, porque lo de adelgazar a mí no me va. Y mira que lo intento, pero cuando viene el fin de semana y me junto con los amigos a tomar el aperitivo, se acabó el invento. ¡Es que todo está tan bueno! A mí que más me da, la mujer que me quiera, que me quiera con mi michelín, que es bien gracioso. Se acabaron los ratos de padecimiento, aunque venga el verano o venga el invierno, mi michelín y yo bailaremos al mismo son.
Llegan los meses de las tres d: despilfarro, desparpajo y despelote. Despilfarro, porque se avecinan las vacaciones y eso significa dinero. Es la época del año en que me gasto más dinero, pero ¡me lo gasto más a gusto! Las tardes se llenan de cerveza fría, caracoles, habas, cerveza fría, cerveza fría... ¡joder qué buena está la cerveza! Imaginaos por un momento un vaso de medio litro escarchado lleno de cerveza. Buffff, ¿a qué dan ganas de tomárselo ya? Yo no sé vosotros, pero en cuanto termine de escribir, me voy a tomarme uno. También hay que tener mucho en cuenta que cuando no se está trabajando se tiene mucho tiempo libre y durante todo ese tiempo estás gastando pasta: que si me voy a Benidorm, que si me voy a Alicante de compras, que si la abuela fuma...... La paga extra se me esfuma extra rápida.
Desparpajo, porque toda la gente quiere estar guapa en verano, nos mola estar morenitos y poder ligar con más desparpajo que en invierno. Tengo comprobado que en verano tenemos menos miedo de ligar con la gente. La gente viste más provocadora y parece que te esté pidiendo a gritos que te la comas. Aquí es donde entra la última d, el Despelote, porque el desparpajo lleva al despelote y en verano lo hay a punta pala. Solo basta con asistir a las fiestas de La Cábila o a cualquier fiesta nocturna al aire libre: minifaldas, escotes, vestidos ceñidos.... ¡cómo se ponen las mujeres en verano! Hay alguna que está tan morena que no la distingues por la noche y menos en una de estas corridas en donde la luz es escasa. Estas noches suelen acabar en un gran despelote, cada uno caza lo que puede y hasta hay alguno que no se conforma con una sola pieza. Yo, como ya os he dicho antes, con mi michelín esperando el momento perfecto para lanzar el lazo y por el momento no me ha ido mal.
Pues así es mi verano de las tres d. Supongo que habrá mucha gente que también lo pase como yo. Ehhh, ¡que se me olvidaba! ¿Cuál es la culminación del verano? Pues claro, las fiestas de septiembre. Aquí ya llego con las fuerzas justas para aguantar esos 5 días, ¡pero qué 5 días, madre mía! Fiesta por la mañana, fiesta por la tarde, fiesta por la noche, fiesta por la madrugada... El día 10 caigo en la cama y ¡hasta luego, Lucarrr! Duermo 36 horas seguidas, me duelen los pies, la espalda, me duele todo, pero que me quiten lo bailao.
Bueno, pues no sé vosotros, pero yo ya estoy en la línea de salida para empezar toda esta carrera que termina el 10 de septiembre. Espero veros en las verbenas veraniegas y también en las terrazas de los bares, pero por favor, no comáis muchos caracoles que luego se acaban enseguida.
Fdo. Alberto B.R.