¿Por qué es tan difícil ganar a los jugadores profesionales de póker en las WSOP?

Miles de aficionados y jugadores profesionales sueñan cada año con alcanzar la cima del póker en vivo: las World Series of Poker (WSOP) y su Main Event de 10.000 dólares de entrada. Los brazaletes de las WSOP se han convertido en el trofeo más apreciado por los jugadores de todo el mundo. Hoy en día, los jugadores que peregrinan a Las Vegas pueden participar en casi un centenar de eventos durante las WSOP. Aunque cada evento otorga un brazalete, e el brazalete de oro y diamantes del Evento Principal, que tiene un diseño único, es el más deseado.

El Evento Principal de las WSOP siempre ha sido muy importante en el mundo del póker, pero desde la victoria de Chris Moneymaker en la edición de 2003, el número de participantes ha crecido significativamente. Moneymaker, que nunca había jugado un gran torneo en vivo, revolucionó el póker conquistando el Main Event de las WSOP. Hasta ese momento, la mayoría de los aficionados a los naipes observaban el Main Event como un evento exclusivo para los mejores jugadores del mundo. Sin embargo, la victoria de un jugador amateur clasificado a través de uno de los primeros satélites online para torneos en vivo encarnó las ilusiones y los sueños de todos los aficionados, demostrando que los amateurs podían superar a los profesionales.

Para llegar a la mesa final del Main Event de las WSOP en la actualidad, los jugadores deben sobrevivir a miles de oponentes, todos con los ojos puestos en el preciado brazalete. Por este motivo, además de la habilidad y la estrategia de cada jugador en el Texas Hold’em, también hace falta tener un poco de suerte en algunos puntos cruciales a lo largo de los días de la competición. Teniendo esto en cuenta, ¿los jugadores profesionales tienen más posibilidades de ganar el Evento Principal de las WSOP? No cabe duda de que es difícil dar una respuesta a esta pregunta, pero podemos analizar los resultados históricos para ver las victorias de los jugadores profesionales y los aficionados a los naipes.

Resultados históricos del Main Event de las WSOP

Desde la celebración de la primera edición en 1970 en Las Vegas, el Main Event ha contado con una buena cantidad de ganadores, tanto jugadores profesionales como aficionados a los naipes. El primer aficionado en conquistar el brazalete fue, por supuesto, Chris Moneymaker en 2003, que inició el boom del póker a nivel mundial.  Una victoria que demostró que la fama de las WSOP no estaba reservada solo para los profesionales. Tres años más tarde, Jamie Gold, un productor de televisión y agente de talentos, consiguió un asiento en el Evento Principal gracias a sus contactos en la industria del cine. El norteamericano, que tenía una gran habilidad para leer a los oponentes mientras charlaba en la mesa de juego, triunfó en el Evento Principal más grande de la historia hasta ese momento, con un total de 8.773 jugadores.

En 2007, otro aficionado a los naipes llamado Jerry Yang se hizo con el brazalete del Main Event de las WSOP por delante de numerosos jugadores profesionales. A pesar de ello, en la última década, los jugadores profesionales han dominado el torneo de póker en vivo más importante, prestigioso y deseado del mundo, así como la mayoría de los eventos de las WSOP. La única excepción ha sido Hossein Ensan, que conquistó el Evento Principal de 2019 con poca experiencia en el mundo del póker, por lo que puede ser considerado un aficionado.

Los profesionales tienen más posibilidades de ganar el Main Event de las WSOP

Los resultados históricos muestran que ha habido un número decente de ganadores amateurs del Main Event, pero la evidencia y la lógica sugieren que los jugadores profesionales tienen más probabilidades de conseguir el preciado brazalete de oro y diamantes de las WSOP. Hoy en día, la brecha de habilidades entre los aficionados a los naipes y los profesionales ha aumentado considerablemente. Esto se debe principalmente a que los jugadores profesionales utilizan diferentes programas para estudiar el póker, con el objetivo de estar constantemente en una situación de aprendizaje. Además, el número de aficionados que participan cada año en las WSOP está disminuyendo poco a poco, por lo que la proporción entre los profesionales y los amateurs no es la que solía ser hace unas décadas. Todos estos aspectos explican la gran cantidad de jugadores profesionales que han conquistado el Main Event en los últimos años.

La principal diferencia está en la mesa final

Cuando los últimos jugadores llegan a la mesa final del Main Event de las WSOP, los profesionales tienen una ventaja significativa sobre los aficionados, siempre que tengan una pila de fichas aceptable. La mayoría de los jugadores amateurs tienen poca experiencia en este tipo de situaciones con pocos participantes. Esto hace que jueguen de la misma forma que si hubiera una mayor cantidad de personas, lo que abre las puertas para que los profesionales, que son auténticos especialistas del grinding, ganen muchos botes. De esta forma, aunque consiguen acumular una gran cantidad de fichas de una forma u otra y llegan a la mesa final, no logran adaptarse a este tipo de situaciones. Esta es probablemente la razón por la pocos aficionados a los naipes han ganado el brazalete de las WSOP, especialmente en la última década.

Más allá de la falta de experiencia en este tipo de situaciones, la presión en la mesa final de las WSOP es una de las principales desventajas de los aficionados a los naipes para conseguir el preciado brazalete. Al fin y al cabo, los jugadores profesionales están acostumbrados a jugar bajo presión porque se ganan la vida con el póker. El último profesional en hacerse con el brazalete del Main Event y demostrar el dominio de este tipo de jugadores en el evento fue Damian Salas, que se convirtió en el primer argentino en conseguir el título y el segundo jugador sudamericano en ganar el brazalete, después de la victoria de Carlos Mortensen en la edición de 2001.