Preguntas, mentiras y cintas de inauguración
Con el presente artículo tan solo pretendo introducir algo de reflexión, debate y amplitud de miras, ante el acontecimiento: la inauguración de la plaza de toros. Muchas preguntas para ser contestadas por cada cual, capazos de mentiras, y la obsesión de estos días: corte de cintas.
¿Es una buena noticia la inauguración de la plaza de toros? Una respuesta rápida, simple y bienintencionada nos llevaría a un obvio SI. Por supuesto que tod@s los villener@s hemos estado siempre por la recuperación del emblemático edificio. Otra cuestión es qué modelo de restauración y de funcionalidad defiende cada uno.
Aceptando la necesaria restauración de este edificio, ¿están justificados los 15 millones de con dinero público en tiempos de crisis, en un periodo de asfixia a las asociaciones, con más de 4.000 parados en nuestra localidad y de necesidades tan urgentes en muchas familias?
¿Es ético que el PP llevara al anterior gobierno a los tribunales por el pretendido derribo de los graderíos, con la complicidad de taurinos y pseudos-garantes del patrimonio histórico, y que el PP las haya derribado de un plumazo con la connivencia y el silencio obsceno de todos ellos?
Más allá de compartir o no el modelo de plaza (lo cual es legítimo), ¿es pertinente la actitud de ocultación de información (sobre el proyecto, financiación, gestión), y todas las argucias y evasivas hacia la población por parte del PP durante estos años en lo referente a la plaza?
Tras la opacidad ante las preguntas de la oposición sobre el mantenimiento de la plaza y su gestión, la sensación no es de que se haya recuperado un espacio vivo y dinamizador, sino más bien que se haya restaurado un edificio, con más o menos gusto según opiniones. Ustedes saben algo o pueden responder (nadie oficialmente) a: ¿cuánto va a costar su mantenimiento?, ¿qué personal se va a contratar?, ¿cuál va a ser el modelo de gestión?, ¿cuál va a ser el proyecto socio-cultural?
Villena necesita para sus jóvenes más ocio cotidiano, más cines, locales para grupos musicales, espacios para el movimiento teatral y espacios recreativos informales. El barrio de la Paz necesita espacios de encuentro y terapéuticos para mayores; una biblioteca digna; salas de estudio para jóvenes y universitarios; espacios dignos para las asociaciones de la zona. ¿Este modelo de plaza permite albergar todas estas posibilidades tal cual está concebida? ¿Este modelo de plaza permite un uso diario-cotidiano y permanente para dinamizar cultural y comercialmente la zona, o tan sólo un uso para eventos puntuales, y más bien de tipo megacultural?
¿Es justo que en un edificio nuevo y de esta categoría, hayan desarrollado unas medidas de accesibilidad para discapacitados tan limitadas y chapuceras? A parte de contar con el bar de la pirámide y un museo taurino, ¿es justo que un edificio de 15 millones de no cuente con alguna sala polivalente o un pequeño almacén? ¿Es justo que no se hayan contemplado medidas estructurales o escénicas que posibiliten la supuesta polivalencia en el futuro a no ser que uno las pague?
¿Están justificadas las prisas, los acabados a medias, y otras cuestiones que afectan a la seguridad (según vecin@s y algunos trabajadores/as), con tal de vender una plaza que pretende ocultar la nefasta gestión de la ciudad y del Ayuntamiento por parte del PP? ¿Está justificado, en consonancia con lo realizado en El Paseo, la escabechina de árboles que ha realizado el PP en el colindante Parque Pablo Picasso, suponemos que para la mejor contemplación del edificio?
¿Es ético y democrático que, para la reconstrucción de la plaza, supuestamente para toda la ciudadanía, se haya obviado al tejido social, y tan solo hayan sido consultados colectivos taurinos? ¿Es transparente el no querer explicar a dónde va a ir a parar el dinero que la empresa parece haberse ahorrado por el cambio de ubicación de parking? ¿Es ético, en pleno siglo XXI, aceptar y dar toda la prioridad en nuestra plaza, a que se celebren espectáculos sangrientos donde se torturarán animales?
Pese a todo, la plaza está hecha y con el tiempo habrá que asumirla, quererla e intentar transformar su estrecho sentido, en otro concepto más acorde a las necesidades actuales.
No es mi modelo de plaza. Se ha perdido una oportunidad. Los valores que representa el PP simbolizados con esta plaza no son los míos. No me voy a dejar deslumbrar ni por los espejismos, ni por las inauguraciones sin alma, ni por las fotos de cortes de cintas. Como ciudadano, como miembro de una asociación maltratada, como simpatizante de Los Verdes, como miembro del coro del Conservatorio (no iré a cantar), como padre de unos hijos que me reclamarán espacios diarios de ocio (no un equipamiento) QUE NO CUENTEN CONMIGO.
Fdo. Jesús Hernández Francés