¡Preparen las maletas!
En estos últimos años, muchos ahorradores han confiado su dinero a entidades financieras bajo la promesa de una segura y atractiva rentabilidad. El resultado, ya lo conocen: descontento generalizado de los inversores por no recibir un correcto asesoramiento financiero.
A la hora de realizar cualquier inversión financiera, riesgo y rentabilidad son dos caras de una misma moneda. A mayor riesgo mayor rentabilidad esperada y viceversa.
La baja rentabilidad ofrecida por los depósitos bancarios ha provocado el trasvase de múltiples ahorradores hacia los fondos de inversión en busca de mayores retornos. Estamos ante un escenario en el que para rentabilizar los ahorros no va a ser tarea tan sencilla como elegir el depósito que más rentabilidad ofrezca. Se hace necesario contar con un correcto asesoramiento financiero, para poder tener éxito en la inversión del patrimonio.
Antes de situarnos en manos de un asesor financiero, es preciso que hagamos una serie de reflexiones. Hay un proverbio marinero que dice que para el velero que navega sin rumbo ningún viento es bueno. Debemos tener muy claros cuales son los objetivos que pretendemos alcanzar.
Piensen en su perfil de riesgo. El banquero JP Morgan decía que el riesgo que un inversor puede asumir lo determina su nivel de insomnio.
No se dejen influir por la situación actual de los mercados. Todos tendemos a ser más agresivos de lo que realmente somos en situaciones de bonanza y más conservadores en momentos de crisis.
Establézcase un horizonte temporal de inversión, es decir, el tiempo que va a estar dispuesto a mantener invertido su capital. Cuanto más corto sea el plazo de la inversión y más reacios al riesgo seamos, mayor proporción de activos sin riesgo debemos tener en nuestra cartera, aunque la rentabilidad final se vea reducida. En cambio, mayor porcentaje podremos invertir en activos de riesgo si somos más tolerantes al riesgo y los objetivos de nuestra inversión son a largo plazo.
Si han sido capaces de avanzar hasta aquí ya tienen recorrido gran parte del camino. Ha llegado el momento de depositar nuestra confianza en un asesor financiero. Le ayudará a definir la estrategia de inversión necesaria para alcanzar los objetivos que se haya marcado, conforme a su perfil de riesgo y su horizonte temporal.
Por último, ha llegado el momento de hacerse la siguiente pregunta: ¿cuáles son los productos más adecuados para materializar nuestra estrategia de inversión? La elección del producto es el último paso en todo proceso de inversión. Hay que elegir el vehículo adecuado para el viaje que estamos pensando hacer.
Esta elección no va a resultar sencilla. En España se comercializan más de 8.000 fondos de inversión. Separar el trigo de la paja es trabajo de expertos. La diferencia de rentabilidad entre fondos que invierten en la misma clase de activos es, en ocasiones, espectacular. No se coman el bizcocho de la tarta y dejen el chocolate para otros.
Como resumen, les diré que no dejen sus inversiones al azar. El éxito o fracaso de una inversión financiera se basa, en gran medida, en una correcta planificación.