Presentación de cargos Marroquíes 2010 y primera puesta de largo del 7º Castillo Marroquí
En anterior ocasión hablábamos de que los Marruecos íbamos a poner en la calle otro nuevo castillo carroza, el 7º desde 1927, que no jubila al 6º sino que viene a reforzarlo. Y como la palabra la comprometen los caballeros para cumplirla, el 26 de junio en La Troya de la comparsa de Estudiantes, presentamos a los socios que van a ser su bandera durante estas Fiestas 2010: Capitán: Francisco José Estevan Martínez; Alférez: Juan Antonio Lillo García; Madrina: Leticia Leal Soler; Capitán Infantil: Alberto Martínez Valera; Alférez Infantil: Víctor Lillo Estevan; y Madrina Infantil: Paula Sánchez Domene.
El hilo conductor entre la Presentación y el público discurrió por la historia de nuestros castillos carroza; el escenario, por supuesto, a juego con el ambiente. El texto empezó con un somero repaso por tan particular historia marroquí desde 1927. Acto seguido hicieron aparición los flamantes Cargos 2010 con un pequeño añadido: las madrinas lo hicieron sobre una cuadriga tirada por dos pura sangres y donaron a la comparsa las dos nuevas banderas de rodar. La Regidora Mayor Judith Díaz hizo entrega a la comparsa de una corbata para la bandera oficial y acto seguido se hizo entrega del preciado galardón Marrueco Ejemplar 2010 a Vicente Hernández Hernández, por su inestimable colaboración con todo el asunto del 7º Castillo.
El siguiente acto fue reconocer a todos los implicados en la construcción de este nuevo castillo, su trabajo y dedicación al mismo a lo largo de todo un año: Miguel Estevan de Carrocerías Tauro, Carpintería Carrasco (donación de todo el trabajo en madera), Vicente Hernández (mecánica, pintura y electricidad) y Alejandro Juan Erco (decoración artística). Y a José Vicente Arnedo Lázaro se le hizo entrega de un precioso reconocimiento por su colaboración con todo lo relativo a la vertiente histórica de castillos y el reportaje fotográfico que ha realizado a su estilo: más de 900 fotografías desde el primer al último tornillo.
Al final de la presentación, el cañonazo gordo tronó a oriente: el nuevo castillo estaba en la pista superior de La Troya y allí subió todo el público. La bendición corrió por cuenta del sacerdote Paco Abellán y la opinión de los presentes por lo escuchado fue un éxito marroquí total y global.
Los Marruecos estamos ante nuestra reafirmación como Arrastraos que conocemos, respetamos y potenciamos nuestras tradiciones. Ahora es cuando empezamos a vislumbrar los frutos culturales por los que tanto hemos trabajado en incluso peleado; la identificación reflexiva entre la comparsa, el socio y su historia, empiezan a madurar y ahora sí, ya no hay vuelta atrás.
José Vicente Arnedo Lázaro
El Cronista y Museo Bando Marroquí