Presentada en FITUR la Ruta del Vino de Alicante en la que se integra Villena
La Feria Internacional de Turismo de Madrid, Fitur 2009, fue el escenario escogido ayer para dar a conocer la nueva Ruta del Vino de Alicante, integrada por siete municipios del Alto y Medio Vinalopó, de gran tradición vitivinícola, con la que se pretende impulsar turísticamente estas comarcas.
La iniciativa cuenta con la colaboración de la Diputación de Alicante y forman parte de la misma los municipios de Pinoso, que promueve el proyecto, Villena, Monóvar, Algueña, Novelda, Hondón de los Frailes y Petrer. El proyecto Rutas del Vino de España esta impulsado por ACEVIN de la que forma parte la Diputación, y por la Secretaría General de Turismo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
La Ruta del Vino de Alicante, que se integra así en el proyecto Rutas del Vino de España, fue presentada por el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, el presidente de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), J. Fernando Sánchez, la alcaldesa de Villena, Celia Lledó, el alcalde de Monóvar, Salvador Poveda, el alcalde de Novelda, Mariano Beltrá, y las concejalas de Turismo de Petrer y Pinoso, Pepa Villaplana y María José Jover, respectivamente.
En un futuro y tras la creación de la Ruta de Alicante inicialmente en las zonas del Alto y Medio Vinalopó, existe intención de extender el proyecto a otros municipios y comarcas de la provincia con tradición vitivinícola. El objetivo es que todos los municipios de la provincia que integran esta ruta cooperen entre sí y que cada uno de ellos se convierta en un parque temático en el que promuevan un turismo vinculado a sus tradiciones, a su gastronomía, a sus peculiaridades, etc., señaló el presidente de ACEVIN.
Beneficios de una Ruta del Vino
El turismo del vino impulsa el desarrollo socio-económico integral y sostenible del territorio y contribuye a generar empleo y riqueza y mejorar la calidad de vida de la población local.
La creación de una ruta del vino supone para el visitante un destino turístico de calidad que ofrece la posibilidad de sumergirse en la cultura, tradición y costumbres de un territorio vitivinícola. Pasear por un viñedo, visitar una bodega y conocer el proceso de elaboración del vino, alojarse en un entorno rural, tomar un buen vino en una taberna y adquirir productos típicos en una tienda especializada son algunas de las experiencias que una ruta del vino brinda al turista, además de poder conocer el patrimonio histórico, cultural y natural de las ciudades.
Asimismo, una ruta del vino requiere la creación de una red de cooperación empresarial y de cooperación público-privada que integra tanto a empresas típicamente turísticas como a otras cuyos sectores han estado tradicionalmente lejos del turismo como bodegas o enotecas.
