Presupuestos Participativos, de la ilusión a la impotencia
A día de hoy ya hemos escuchado a la concejala de Participación, Mercedes Menor, dar explicaciones en diferentes medios y en el último pleno del día 28: Era un proceso piloto o el proceso tiene un gran valor pedagógico, meras excusas para no cumplir lo prometido.
Le recordamos a la concejala que desde el inicio de los presupuestos participativos, el equipo de gobierno siempre dijo que las propuestas votadas en mayo por la ciudadanía eran vinculantes y se llevarían a cabo antes de que terminara el año, así lo recogían las bases de estos.
Muchas veces cuando oímos hablar al equipo de gobierno, parece que los presupuestos participativos terminaron el 17 mayo. El proceso participativo donde muchas personas trabajamos para sacar adelante los presupuestos participativos, desde el grupo motor hasta las votaciones finales en las que superamos el 3% de participación (un dato muy llamativo en comparación con otros municipios), era la mitad del trabajo. Después de las votaciones de mayo, comenzaba la segunda parte, el equipo de gobierno tenía siete meses para llevar a cabo las 16 propuestas votadas por la ciudadanía, hoy a siete de enero no se ha realizado ninguna propuesta.
En conclusión, más de mil personas se implicaron en los presupuestos participativos, creyeron que, por una vez, el ayuntamiento las escucharía y recogería sus demandas, trabajaron día a día para hacer de este proceso una herramienta de empoderamiento popular, transversal e inclusiva.
Sin embargo el resultado es conocido: presupuestos participativos 2018, cero; y para este año, señora concejala, ¿qué excusa o justificación tiene preparada para 2019? Le recordamos que todavía le quedan cinco meses de responsabilidad y trabajo.