Primadomus recibe en un mes trece kinkajúes, cinco linces africanos, una pantera y un mono titi
Todos estos animales eran destinados al ‘mascotismo’ y fueron requisados por no ser legal su tenencia o por falta de documentación
El centro de protección de mamíferos exóticos AAP Primadomus, situado en Villena, ha recibido en el último mes trece kinkajúes, cinco linces africanos, una pantera y un mono titi incautados por las autoridades.
Todos estos animales eran destinados al ‘mascotismo’ y fueron requisados por no ser legal su tenencia o por falta de documentación, según fuentes de la Fundación AAP.
“El mercado de animales exóticos mueve millones de euros y los mayoristas de este sector crean modas a través de las redes sociales para aumentar la demanda de estos animales, los cuales necesitan de cuidados y condiciones que son imposibles de garantizar a manos de particulares”, han afirmado las mismas fuentes en un comunicado.
De los ejemplares que han llegado en el último mes a dicho centro, quizá el caso más sorprendente sea el de una pantera, un leopardo negro aprehendido por las autoridades letonas tras ser hallado malviviendo ilegalmente y con sus uñas amputadas en una habitación de un apartamento en Riga, la capital de Letonia.
Protección Especial en México
A su vez, el decomiso de los trece kinkajúes, procedentes de un criadero ilegal, es particularmente llamativo, pues “es realmente asombroso que haya personas que tengan a estos animales como mascotas”, según AAP Primadomus.
Aunque su apariencia puede parecer la de un pequeño mono, “en realidad no son primates, sino mamíferos carnívoros parientes de los mapaches (especie altamente invasora y potencialmente agresiva)”, han señalado las citadas fuentes.
“Es realmente triste que estos animales, que en México se encuentran sujetos a Protección Especial, hayan sido extraídos de la naturaleza, criados en cautividad y vendidos (…) simplemente para el enriquecimiento de unos criadores sin escrúpulos”, ha lamentado la portavoz de AAP, Rosa Chaparro, en un comunicado.
“Hacía tiempo que no nos llegaba un caso tan triste y complicado en su cuidado. Después de hacerles la revisión veterinaria a los trece kinkajúes, realmente nos han sorprendido su estado y la omisión de cuidados básicos”, según AAP Primadomus.
“No son animales domesticados”
Respecto a los caracales o linces africanos (como suelen ser llamados), tampoco son animales domésticos, sino felinos salvajes cuyo hábitat son los desiertos y las sabanas de la península arábiga, Asia Central y partes de África.
“Contrariamente a lo que pueda parecer, es un cazador feroz que puede llegar hasta los 20 kilos de peso y es capaz de derribar animales mucho más grandes que él mismo, como, por ejemplo, gacelas de casi un metro de alto”, según el especialista en grandes felinos en AAP, Pablo Delgado.
“Hay que tener en cuenta que, aunque han sido utilizados para la caza desde la época del antiguo Egipto, no son animales que hayan sido domesticados como los perros; esto quiere decir que, cuando juegan e interactúan, lo hacen en sus propios términos y pueden llegar a ser destructivos e, incluso, peligrosos”, ha asegurado.
La entrada del último primate al mencionado centro de protección de Villena, un mono titi proveniente de un particular en Marbella (Málaga), no es algo que sorprenda particularmente a la Fundación AAP debido a la cantidad de este tipo de casos.
“Aunque es un primate que está en peligro de extinción y son animales que no son domésticos, sorprendentemente no hay una prohibición total de su tenencia como animal de compañía en nuestro país, como así lo demuestran diferentes animales de esta especie de los que nos hemos hecho cargo a lo largo de los últimos años”, ha comentado la directora de AAP España, Marta Merchán.
En la actualidad, la Fundación AAP dispone de dos centros de rescate y rehabilitación de primates, grandes felinos y pequeños mamíferos, albergando en su totalidad a 402 animales procedentes del mundo del espectáculo, ‘mascotismo’ y tráfico ilegal: uno en Villena, que cuenta con 109 animales rescatados, y otro en Almere (Países Bajos), con 293
Que desastre… tener plata y ni saber que hacer con ella… hasta cuando el ego «humano» por encima de todas las especies? Gente, si saben de alguien que se compró una «mascota exótica» denuncien…
Que verdad más grande Héctor, la lacra humana y sin escrúpulos, a esa gente por llamarla cortésmente, deberían de ir a la cárcel y durante unos años estar encerrados ellos en jaulas, cómo mínimo, y los que han maltratado a esos animales, pues hacerles lo mismo…
Que tristeza 😢 con lo maravillosa que es la naturaleza y sus animales y el mierda hombre siempre destrúyendola