Los especialistas sanitarios en la materia detectan cada año más casos de cáncer en España, y en especial llama la atención que actualmente hemos alcanzado cifras de cáncer que se esperaban para el 2020.
La gran pregunta: ¿por qué? Expertos oncólogos como el Dr. Miguel Martín, presidente de SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), están asociando la aparición de cáncer con la mala alimentación y la falta de ejercicio físico. El sobrepeso y el sedentarismo ya están a la altura del tabaco y el alcohol, así que se hace necesario un abordaje serio desde las familias y las instituciones sociosanitarias y educativas, ya que nuestro estilo de vida marcará la predisposición a padecer la enfermedad, empezando por cuestiones tan necesarias cómo qué alimentos apuntamos en la lista de la compra, dónde los compramos o cómo los cocinamos.
Pero ¿qué es alimentarse mal? ¿Qué es eso de que la Coca Cola Light tiene 0 calorías pero no significa que no engorde? Según las nuevas investigaciones y desde un enfoque más holístico, que una persona tenga tendencia a aumentar su grasa corporal no sólo tiene que ver con la diferencia entre las calorías que quema y las que consume diariamente; también con la calidad de los nutrientes que ingiere y con el consumo excesivo de lo que se llaman alimentos acidificantes. Nuestras células intercambian sustancias con el medio interno o líquido extracelular de nuestro organismo. Cuando nuestra dieta (alimentos que comemos o bebemos de forma continuada) acidifica continuamente este espacio intersticial, nuestro organismo no es capaz de eliminar los radicales ácidos libres y ahí es donde empiezan a aparecer los problemas según el Dr. Alberto Martí, que pueden ir desde una mala absorción de los nutrientes hasta una predisposición más alta a enfermedades, entre ellas el cáncer.
¿Y qué es no hacer suficiente ejercicio? Según el Dr. Antonio Agudo, responsable de la Unidad de Nutrición y Cáncer del Instituto Catalán de Oncología, se ha demostrado que el ejercicio físico reduce los niveles de algunas hormonas como los estrógenos y los andrógenos, disminuye la concentración de insulina en sangre y reduce la inflamación crónica caracterizada por niveles altos de substancias pro-inflamatorias como las interleucinas. El organismo de una persona que no sea físicamente activa puede llegar a alterar el proceso de proliferación y control de las células (igual que en el caso de la alimentación) y en último término puede resultar en el desarrollo de un tumor maligno.
Como profesional del ejercicio físico, he visto muchas personas que hacen ejercicio aeróbico de intensidad baja. No basta. Ha de ser de intensidad moderada a alta, lo que significa que mientras hacemos ejercicio como caminar se debería acelerar nuestra respiración y estar próximos al denominado umbral anaeróbico. Por ejemplo, caminar por la montaña mejora el patrón de pulsaciones, buscando el efecto deseado. Además, una mayor implicación muscular en el ejercicio físico supondrá un mayor incremento del metabolismo basal después del ejercicio, incluso durante 2 o 3 días, lo cual ayudará a controlar el sobrepeso. En cuanto a la regularidad depende de la intensidad, pero como norma cada 2 o 3 días deberíamos emplearnos a fondo durante aproximadamente 60 minutos.
