Uno de los entrenamientos que más llama la atención de entrenadores y deportistas en cualquier tipo de disciplina es el entrenamiento concurrente. Este consiste en trabajar más de una cualidad física en una sesión (fuerza-resistencia aeróbica, velocidad-resistencia aeróbica, etc.).
Dentro de este tipo de entrenamiento podemos encontrar dos tipos: intra-sesión, que se trata de trabajar ambas cualidades en una misma sesión o, inter-sesión, que trabaja dichas cualidades en un mismo día. Así pues, en este artículo nos centraremos en hablar del primero de ellos, entrenamiento concurrente intra-sesion y, más concretamente, de la combinación de fuerza y resistencia aeróbica.
Como bien sabemos, una de las discusiones más frecuentes dentro del entrenamiento concurrente intra-sesión es que nos surgen muchas dudas sobre el orden que debemos seguir en este tipo de entrenamientos: ¿Qué trabajo primero, fuerza o resistencia aeróbica?
Se han publicado una gran cantidad de estudios que han intentado encontrar el orden óptimo para el entrenamiento concurrente intra-sesión. Una de las últimas revisiones, hecha a partir de una gran número de estudios que hablan de este tema, nos concluye que los valores de fuerza fueron mayores cuando el entrenamiento de fuerza se realizó antes que el entrenamiento aeróbico (Murlasits y col, 2017; J Sports Sci 7:1-8).
De este modo, lo ideal es que si queremos entrenar fuerza y resistencia en la misma sesión, el orden lógico, atendiendo a esta revisión, sería primero el trabajo de la fuerza y, después, realizar el trabajo de resistencia aeróbica. Así pues, al realizar el ejercicio de resistencia antes que el ejercicio de fuerza, podría generar una fatiga muscular que comprometería la capacidad de generar fuerza y, por tanto, afectaría al resultado de nuestro entrenamiento (Docherty & Sporer, 2000; Leveritt et al., 2000). Además, esta fatiga podría generar lesiones debido a una mala ejecución de los ejercicios.
Estas recomendaciones extraídas a partir de estos estudios se centran en dar una aclaración a todas aquellas personas que realizan actividad física de forma habitual y que quieren dar un orden lógico a este tipo de entrenamiento. Por otra parte, si nos queremos centrar en potenciar una de las dos cualidades, quizás deberíamos plantearnos si encontramos beneficios combinando ambas, ya que probablemente sea mejor centrarnos en una de ellas.
Para saber si estas pautas valdrían para deportistas de alto rendimiento o para personas con experiencia en la actividad física, tendríamos que realizar una revisión más exhaustiva y adaptada a las necesidades de nuestro deporte y nivel.
De todos modos, no son pocos los beneficios que genera este tipo de entrenamiento ya que es un método rápido y valido de mejora de las diferentes áreas. No obstante, debemos saber que es necesaria la atención de un profesional de la materia que nos guíe y nos controle en la correcta realización de dicha actividad.
