Deportes

Profesport: Si regalamos videojuegos, que sean activos

Según las conclusiones del Dr. José Devís, de la Universidad de Valencia, el tiempo que dedican los niños valencianos a jugar con videojuegos activos no sustituye al tiempo que dedican a la actividad física, como parece ser que ocurre con otros medios tecnológicos. Por tanto, si hay que elegir videojuegos, que impliquen el movimiento del niño en su disfrute.
En el reciente II Congreso de Deporte en Edad Escolar, Devís concluye que “el incremento del tiempo que los adolescentes dedican al uso de medios tecnológicos y la disminución dedicada a la actividad física conforme avanzan en edad, parece apoyar la hipótesis de la sustitución. Es decir, que conforme aumenta el tiempo dedicado a los medios tecnológicos disminuye el dedicado a la actividad física”. Así, podemos afirmar que los beneficios de la práctica regular de actividad física estarían siendo sustituidos por tareas más sedentarias, con el progresivo daño colateral a la propia salud del niño o adolescente.

Aún así, “el estudio realizado con adolescentes valencianos y la propia evolución de los medios tecnológicos que incluyen los videojuegos activos, no parecen apoyar dicha hipótesis. Entre algunas de sus conclusiones se establece que las relaciones entre el tiempo de uso de medios tecnológicos y de actividad física difieren según el tipo de medio tecnológico (TV, ordenador, videojuegos o móvil), el tipo de actividad física (ligera, moderada o vigorosa) y el día de la semana (entre semana o fin de semana)”. Así pues, no se puede concluir a ciencia cierta que una actividad sustituya a la otra en el empleo del tiempo libre.

Por tanto, cuando un adolescente decide ver TV, usar el ordenador, jugar a videojuegos o navegar por Internet, no sabemos si ese tiempo está, en la mayoría de los casos, sustituyendo al tiempo que se podría estar quitando a la práctica de actividad física, aunque parece evidente que sí. A pesar de ello, un niño, un joven o un adulto podría estar perfectamente haciendo todas esas cosas y, además, entrenar y jugar en un club deportivo, por ejemplo.

Pero el problema llega más allá. Además del tiempo de sustitución, también hay que tener en cuenta el tiempo total que pasan las personas sin moverse usando estas tecnologías o realizando otro tipo de actividades no-físicas. Vivimos en una sociedad en la que el uso de nuevas tecnologías está quitando tiempo (no sustituyendo, como afirma Devís) al propio movimiento y al desplazamiento, está cambiando el modus vivendi del ser humano, con lo que ello supone. En este sentido, si una persona prefiere estar una hora chateando o viendo televisión antes que ir a caminar, cuando tiene plena disposición de elegir y sabe que es mejor para su salud lo segundo, es cuando parece que su escala de valores tiene unas prioridades que no van a favorecer en absoluto un estilo de vida activo y saludable.

Por tanto, si la sociedad tiene una progresiva tendencia a la tecnificación del uso del tiempo libre, cada hogar deberá plantearse qué ventajas y desventajas supone. Desde Profesport proponemos una sencilla solución: los videojuegos sí, pero activos.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba