Tras el susto que hemos tenido recientemente con los olmos de la carretera de Pinoso (más que susto, y por mucho que los expertos llamen desmoche a lo que le han hecho el primer árbol, a mi juicio ha sido un tajo puro y duro quitándole por las buenas tres cuartas partes), toca haber balance de la actuación del Muy Ilustre (ayuntamiento Verde) en este asunto.
Lo cierto es que hay que reconocer que ahora han estado mejor que la vez anterior, cuando Carreteras se cargó a las bravas unos pinos de la carretera de Yecla y el ayuntamiento, en lugar de admitir su error, la cagó aún más queriendo eludir una responsabilidad que era suya de todas todas. Eso sí, el punto final a aquel asunto lo puso el concejal de Medio Ambiente, José Tomás Molina, asegurando ni más fundado que trabajaría para que Conselleria repusiera la cantidad de biomasa que ha eliminado en nuestro término municipal, algo que, visto lo visto y dos años después, podemos esperar sentados.
Pero volviendo al caso que nos ocupa, me ha llamado la atención saber que los olmos dañados, al igual que el resto de árboles de importancia de nuestro término, están ya incluidos en el precatálogo de árboles monumentales en el que trabaja el ayuntamiento, a fin de conformar finalmente un catálogo que será enviado después a la Generalitat para que incluya dichos ejemplares en su propio registro de árboles monumentales, lo que les otorgará una mayor protección y evitará sucesos tan sangrantes como los que dan pie a esta columna.
Un precatálogo, decía Molina, que ya está prácticamente terminado, por lo cual quiero aprovechar estas líneas para animarle a no cejar en el empeño y conseguir finalizar al fin un trabajo tan arduo y complicado, porque lo cierto es que llevamos seis años (cinco de Alcaldía Verde) con el puñetero catálogo de marras a cuestas. De hecho, y cuando el lío de los pinos de la carretera de Yecla (mayo de 2014), ya preguntamos al mismo Molina, que nos decía entonces que se está trabajando en ello, identificando los árboles que quedan, y el trabajo aún no está terminado. Por lo menos, dos años después, ya tenemos el precatálogo y el trabajo está casi terminado. Vísteme despacio que tengo prisa, que diría el otro.
Pero más gracioso es aún recordar que, siendo oposición en 2010, Los Verdes (y también el PSOE) ya pedían ni más fundados solicitar a la Generalitat la protección de los árboles monumentales de Villena, considerando vergonzoso y penable (Cate Hernández dixit) que continuaran perdiéndose ejemplares con el paso del tiempo, unos ejemplares que no obstante siguen mermando en igual o mayor medida que entonces, con la diferencia de que desde 2011 tenemos a Los Verdes en el equipo de gobierno, primero en coalición y después con mayoría absoluta.
Aún así, no se puede negar el toque Verde en lo que a protección vegetal se refiere, pues en tan solo seis años, un santiamén como aquel que dice, hemos pasado de pedir como oposición la protección de los árboles a tener ya casi listo un precatálogo. Sin duda, progresan adecuadamente. Y nuestra cantidad de biomasa, también.
