Que participar no sea perder el tiempo
El proceso de renovación del Reglamento de Participación Ciudadana comenzó hace unos meses, una promesa electoral que lleva tiempo esperándose. No porque el actual impida la participación (que por no saber dónde buscarlo no lo he encontrado y no puedo hacer mención a él), sino más bien porque se espera mucho de este nuevo reglamento, que promete ser una herramienta innovadora, motivadora y flexible con la participación que se exige actualmente a los entes públicos, que ayude a minimizar el impacto del filtro político.
Con un breve documento que intenta facilitar el proceso de debate en torno a cómo podría ser el nuevo Reglamento, se invita a participar en su conformación, para que sea lo más consensuado, colectivo y participativo. Bien. Pero poco espacio deja a la imaginación, si partimos de ese documento o de la voluntad política. Desde mi opinión, creo que es una buena oportunidad para profundizar en la democracia, para experimentar nuevas opciones. Y si viene Rajoy con los tanques a ocupar Villena, será que algo se está haciendo bien.
Brevemente, planteo algunos nuevos derechos ciudadanos, o fórmulas nuevas de participación, entendiendo por ésta la de estar bien informado de cualquier decisión y sus alternativas, de las justificaciones políticas, y a intervenir de manera efectiva a lo largo de cada acuerdo, de cada decisión.
- Derecho de audiencia pública: Sería hacer abiertas al público sesiones específicas de los temas que se deseen, competencia del municipio, si así lo exige un porcentaje (mejor pequeño) de la población de Villena. Está ya desarrollado en otros municipios.
- Derecho a la información: Sería hacerlo extensivo a todas las actuaciones municipales. Pongo especial hincapié a acuerdos tomados en la Junta de Gobierno, y sobre cualquier gasto que efectúe (a excepción de los corrientes, que quizás no es necesario) cada semana o cada mes el municipio, en las instalaciones municipales y en internet. Sería como un derecho a la publicación también por un lado, y un derecho a la auditoría pública por otro, sumado al ya consolidado derecho de petición de información.
- Derecho de iniciativa popular: Un derecho flexible que obligue, según un número de firmas no muy alto, a debatir textos o propuestas en el ayuntamiento. Ya habrá algo así, pero seguro que se puede mejorar.
- Derecho a ser consultado: También, antes de la aprobación de ciertos temas, debería haber una consulta, debidamente informada con antelación. En mi opinión, si es vinculante mejor, para conectarlo con el derecho a decidir.
- Derecho de veto: No solo en el momento de aprobar reglamentos o acuerdos, la ciudadanía también debería poder plantear la revocación de lo que se aprueba. Y en torno a un porcentaje alto, de forma que los políticos no pudieran oponerse. Quedarían exentos de este veto competencias que afectaran a derechos ciudadanos y servicios públicos básicos.
- Derecho a solicitar la municipalización de un servicio: Quizás este quedaría supeditado a una amplia mayoría, pero también se podría probar, mediante determinados cauces, su inclusión.
- Derecho a opinar: Podría establecerse, también, la obligación de una asamblea, anual o semestral, donde cualquier tema relacionado con las competencias municipales se tratara sin necesidad de solicitud previa, donde se practicara el consenso y la dialéctica asamblearia y horizontal.
Si bien es cierto que los ayuntamientos deben ser eficaces, y tienen que aprobar nuevas licencias, medidas excepcionales y concesiones cada semana, hay otras tareas como son las de aprobar reglamentos y presupuestos que son más prolongadas en el tiempo. Si no se puede abrir todavía a las primeras actuaciones políticas, que han de ser lo más transparentes posibles, sí a las segundas. Aun con el Foro Económico y Social que actuaría (a nivel consultivo) a tal efecto.
Hay tanto donde se podría avanzar para ir abriendo más la participación, desde el ayuntamiento a los barrios y de ahí a las casas, y desde la plaza a todos los lugares, que esto se queda corto. Esto solo es un ejercicio de participación. ¿Servirá de algo? Que nadie me recrimine que no lo he intentado.