¿Qué tengo que hacer en Villena para no vivir entre orines de perro?
Esta es la pregunta que me hago casi todos los días, cuando llego a la puerta de mi negocio y me encuentro la persiana meada. He pensado muchas veces en levantarme muy temprano, aparcar el coche cerca de la puerta de mi negocio y esperar, esperar hasta que llegue la persona, por no llamarla de otro modo, que permite que su perrito haga sus pipis en la puerta de mi casa, ¿pero entonces que hago?, ¿me enfrento a esa persona?, ¿le digo lo que pienso de ella?
No lo sé, normalmente son personas que no tienen educación, cualquier persona que la tuviera no permitiría que su perro orinara en la puerta de un negocio. Podría pasar que se fuera sin hacerme caso, o que se enfrentara a mí porque ya he dicho que esas personas no tienen educación, ¿y entonces qué? Eso sí, se lo pensaría otra vez antes de dejar a su perrito mear en mi casa, se iría a la casa de otro.
En la edad media eran normal vivir entre orines y excrementos, y no de perro precisamente. Pero pensaba que habíamos evolucionado. Todos pagamos nuestros impuestos para que se recojan las basuras y se limpien las calles. Pero no hay más que pasear por las calles de Villena y ver como están y como huelen las esquinas.
Y todo es por culpa de los cerdos madrugadores, sí, porque la culpa no es del perro, es del cerdo del propietario, y son los madrugadores los que ponen a sus perros a orinar en las persianas de los negocios, o los que no recogen las caquitas. A cualquier otra hora a nadie se le ocurre poner al perrito a orinar en la puerta de un negocio, ni de una casa. Cuando vas por la calle y ves un perrito haciendo caca, te das cuenta de que el dueño está preparando la bolsita para recogerla. Por eso se me ocurre algo
¿No podría nuestro M.I. Ayuntamiento avisar a la Policía para que desde las 6:30 hasta las 8 de la mañana vigilen a la gente que pasea a sus perros? A esas horas es cuando hacen lo que les da la gana, ponen a mear a los perros donde quieren y no recogen sus cacas. Además, no solo la Policía, todos podemos llamar la atención a esas personas, ya sé que no tienen vergüenza pero quizás lleven un poco mas de cuidado otra vez.
Bueno, ahí lo dejo, perdonar pero es que son 5 años de, casi todas las mañanas, encontrarme la persiana meada. Antes de ponerle motor, he llegado a mancharme de orines las manos al abrirla. Me indigno, no lo puedo evitar, y no soy el único.
Solo pido una cosa a los dueños de los perros, respeto, pero ni lo tienen ni lo conocen.