Quejas de una vecina ante los locales alquilados a jóvenes

Mi nombre es Mª Teresa Tornero, vivo en la calle Gelela nº 29. Y esto es una carta de agradecimiento.
Primer al Ayuntamiento, porque hace 3 meses hice una queja sin tener contestación. Mi queja es que tengo un local de gente joven debajo de mi casa, con las molestias pertinentes: música alta, gritos, portazos, golpes, motos, persianas que suben y bajan con mucha suavidad –sobre todo a altas horas de la noche–, la calle como si fuese un vertedero. Gracias por ser tan permisivos.

Mi siguiente queja es para la Guardia Civil, que en dos ocasiones les he llamado y ni siquiera han hecho acto de presencia. Gracias por cachear a nuestros hijos como si fueran delincuentes, pero dejar fumar porros en medio de la calle.

Mi tercera queja es para el dueño del local, porque llevamos en mi casa un verano que no hay quien viva, dándole quejas y él sin hacer nada. Pero cual es mi asombro que hoy, cuando he llegado a mi casa veo que me ha puesto otro local igual. Gracias señor Bernardo por su humanidad.

Y por último, esta queja es para los padres de todos estos niños, por lo bien educados que están, ya que cuando les dices algo contestan con muy malos modales, insultos, amenazas y, por supuesto, chulería. Gracias por hacernos la vida tan fácil.

Estas gracias son para la Policía Local, que con su paciencia cada vez que los llamo acuden a poner un poco de paz en mi vida. Gracias de todo corazón.

Atentamente.

Mª Teresa Tornero