Quiero tener Alcalde / Alcaldesa
¡Qué desengaño y qué vergüenza, Sra. Lledó! Hasta ahora eras para mí Celia, la persona a la que yo había dado toda mi confianza, pero eso queda ya en la lejanía; ahora eres la Sra. Lledó, y por educación no elimino lo de Sra.
Dicen que los ojos son el espejo del alma, pero en tu caso es totalmente falso. Recuerdo los días previos a tu elección como alcaldesa en la sede del PP (porque estoy afiliada), lo excelente que eras con tus compañeros/as (porque son tus compañeros/as y no tus esclavos). Nos demostrabas continuamente ser demócrata y de las buenas, muy buena, y ahora sin embargo te has convertido en una estupenda dictadora. ¿Cómo puede cambiar tanto una persona por creer tener el poder en sus manos?
Para mí es inexplicable y es muy injusto lo que estás haciendo, ¡ojala no salgas de presidenta del PP el próximo día 9 de julio! No te lo mereces o lo que es mejor, no deberías presentarte como candidata, y por supuesto yo no te voy a votar.
Tampoco entiendo cómo puedes ir por la vida o mejor dicho, gobernar, sólo haciendo demagogia. Pienso que como cabeza de familia, y digo de familia porque para mí gobernar un ayuntamiento es como gobernar tu casa (pero a lo grande, es obvio), y si el cabeza de familia no sabe dialogar con sus hijos, ni escucharles, ni darles confianza, tampoco confiar en ellos, etc. Sólo quieres ser la protagonista, la que maneje todos los hilos sin alternativas, la que los priva de toda clase de decisiones, de presupuestos, los arrinconas, los oprimes, los ignoras. Pues, ¿sabes lo que pienso de esa cabeza de familia? Que debería abandonar ese hogar, porque a eso no se le puede llamar hogar, sino campo de concentración, y la dictadura ya murió.
Entonces te digo en palabras muy sencillas que nos demuestres de una vez por todas tu buen hacer y tu saber estar, dimitiendo. Dimite, Sra. Lledó.