Apaga y vámonos

Quo vadis, Sergio?

Uno de los hallazgos políticos que nos ha traído esta lamentable legislatura que ya se termina, a Dios gracias, es el regreso de la insumisión, movimiento que vivió un gran auge en mis años mozos y que implicaba el rechazo a cumplir determinados requisitos exigidos a los ciudadanos.
Porque resulta que servidor ha sido educado en valores democráticos, escuchando sin cesar eso de que el poder reside en la totalidad de los miembros de un grupo, de modo que la toma de decisiones responde a la voluntad colectiva de los integrantes del mismo. Y así funcionan las cosas en el mundo civilizado, porque en este submundo llamado Villena pasan cosas muy raras, como que el Partido Popular celebra una asamblea para elegir a sus dirigentes, la candidatura de Celia Lledó gana con el 71% de los votos frente al 29% de la de Cristina Costa (avalada por los más tarde concejales No Adscritos) y los perdedores, en lugar de aceptar el resultado y actuar en consecuencia, se enrocan, se aferran a unas actas obtenidas gracias a unas siglas a las que no representan y se dedican a mercadear en el río revuelto de la política villenera.

Salvando las evidentes distancias, algo parecido ha sucedido en el PSOE, donde un intento de asalto al poder en toda regla –impulsado por 5 concejales del Grupo Municipal y sus seguidores– se salda con la derrota de estos últimos, puesto que el 66% de los votos de los militantes socialistas otorgan una cómoda victoria a Carlos Beltrán, revalidado como Secretario General y avalado con el peso de la mayor legitimidad democrática posible para confeccionar a su gusto la candidatura que le acompañará en las próximas elecciones locales, lista que, asimismo, ha recibido los votos favorables del 74,5% de los asistentes a la última asamblea del PSOE.

En tales circunstancias, parece obvio quién ha ganado y quién no, y los derrotados deberían aceptar democráticamente el resultado y marcharse, o cuando menos, en un arranque de sentido común, ponerse a disposición del vencedor y a ver si hay suerte y al final cae algo… Pero no. Más bien al contrario. Ahí está el señor Sergio Palao, que sin contar con el respaldo del PSOE y aferrado al puesto de portavoz de no se sabe muy bien quién –aferrado al sueldo, en realidad–, afirma que pretende continuar como portavoz socialista y que “trabajará para que el PSOE gane las elecciones”. Y se queda ni más ancho el tío.

Sergio, sin acritud. Esto es como el que se juega su patrimonio en el bingo y al perderlo espera que le devuelvan lo apostado. ¿Lo pillas? Tú y los tuyos apostasteis por desbancar a Carlos Beltrán y habéis perdido. Si de verdad le queréis hacer un favor al PSOE, dejarle trabajar en paz. La elección de Carlos puede haber sido un acierto o un error, y eso el tiempo lo dirá. Pero que se ha ganado el derecho democrático a estar ahí y representar al PSOE no lo podéis negar ni tú ni nadie. A casa ya, hombre.

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