Cartas al Director

¿Racismo… revancha…?

Hace dos meses decidí reconstruir una casa en la Calle San José, lo que para mí supone una clara apuesta por la rehabilitación del Casco Histórico de Villena. Para realizar la reforma he tenido que solicitar una Licencia de obras mayor, ya que hay que tocar la estructura. Además, al estar en el casco histórico, he debido realizar una prospección arqueológica, intentando no saltarme en absoluto los pasos que han de darse para cumplir con las normas.
Para aliviar el desescombro y acopio de materiales, contraté contenedores situándolos lo más cerca posible a la obra, algo obligatorio pero que al parecer no todo el mundo hace en esta zona. Esta actuación contaba con dos contenedores, uno de arena y otro de escombro. Con respecto al primero no parece haber sucedido nada, pero el segundo ha sido utilizado sobre todo por un vecino de origen marroquí que echó restos de escayola, botes de pintura, enseres y desechos que ninguno de ellos proceden de mi obra, pues al parecer también realiza reformas pero sin cumplir con las normas establecidas que yo sí cumplo.

Por esta circunstancia he recibido 3 llamadas: las dos primeras, que fueron seguidas, para decirme que el contenedor estaba lleno, y una tercera tras retirar el contenedor para decirme que seguía habiendo escombros y enseres, por supuesto no míos, y que por este motivo se había dirigido escrito a la Asociación de Vecinos, otro al Ayuntamiento y se había iniciado una recogida de firmas.

Con cargo a mi bolsillo, mando a mi albañil a que proceda a una limpieza definitiva, no habiendo pasado más de tres horas desde que recibida la queja yo le di solución, produciéndose en este periodo la visita de la Policía Local, que procedió a fotografiar el escombro y los enseres.

Quizás se pueda pensar que hago público mi problema buscando cabrear a alguien, nada más lejos de mi intención, me alegraría que la exigencia que se me plantea a mí, se le hiciera a todo el que por cualquier circunstancia ensucia un entorno común, pero no puedo evitar plantearme una serie de preguntas:

- Antes de acudir a mí, ¿alguien se encaró con el vecino magrebí que tiró la escayola y los enseres para que limpiara lo que había ensuciado?

- ¿Se informaron si él tiene Licencia de Obras?

- Si yo perteneciera a otra etnia, ¿tendría que haber cumplido con la legalidad?

- La actual situación del Barrio, denunciando la falta de actuación del ayuntamiento en el tráfico de drogas, ¿influirá teniendo en cuenta que yo pertenezco a la Asociación de Vecinos y el recolector de firmas es cargo de confianza del equipo de gobierno?

-La presencia policial ¿fue una demostración de poder de este cargo de confianza?

-¿Se lanzaría este vecino y cargo de confianza a recoger firmas ante un problema de salud publica como el de la venta de drogas?

- ¿Limpiará el ayuntamiento, con la misma presteza con la que yo lo hice, sus solares? Porque he hecho un recorrido por el Barrio y da asco verlos.

- ¿Obligarán a otros ciudadanos, sea cual sea su etnia, a mantener limpio su entorno?

- ¿Es este el comienzo de una persecución a las personas que, por representar a un colectivo, manifiestan su malestar con los gobernantes?

Realmente, más que estas pocas, me vienen cientos de preguntas a la mente, y este escrito seria tan largo que probablemente nadie se detendría ni a ojearlo. Me preocupan los agravios comparativos (el tratamiento racista) que padece la etnia mayoritaria en nuestra ciudad, siendo ésta la que a través de sus impuestos financia en gran medida a la clase política para que puedan presumir ante el mundo de lo solidarios y maravillosos que son.

Para mí esto no es más que una demostración de la cobardía o racismo que atesoran algunos, que no les permite ni dar las órdenes precisas a la Policía para que hagan cumplir la Ley a todos los ciudadanos, y no es la primera vez que pasa. Creo recordar otros casos similares ya denunciados por unos vecinos este mismo año.

Adjunto al escrito unas fotografías en las que se ve “el antes” y “el después” del solar, otros solares de propietarios particulares, algunos solares municipales, ocupación de la vía publica, chabolismo de cartón en el centro de la ciudad, restos del fuego donde queman el cobre que roban afectando a la muralla del castillo, etc.

Reitero que el asunto de este escrito no me duele en lo personal, muy al contrario, me ha permitido sacar a la luz ciertos temas y plantearme unas preguntas de forma pública que me vienen a la cabeza periódicamente.

Así que un saludo a mis vecinos y que perdonen las molestias que les hayan podido causar las obras.

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