Este año también el domingo por la mañana nos acercamos a la Plaza de Santiago, donde se realizó el programa en directo de Radio Yananá. Se trata de una propuesta que busca un encuentro más físico digo físico puesto que de forma etérea, mediante las ondas, podemos seguir la propuesta radiofónica entre la ciudad y el personal que desarrolla en ella su actividad en el CRIS y en la joven Fundación Sanamente: El Festival de la Música y la Palabra. Este año volvieron a instalar sus micrófonos en la plaza, junto al escenario de la Kakv, y volvieron a contar con un gran número de artistas que aportaron en vivo su música y su arte. Artistas que además pasaban por mesa para dar respuesta a las preguntas de los locutores.
Nos gusta que se hagan cosas en la calle, porque nuestra ciudad cobra vida y porque se descubren espacios, horarios, actividades y artistas que parecen desaparecer en la cotidianeidad. Y si escribo cotidianeidad, queridas personas, es porque no quiero escribir institucionalización, que resulta más serio y administrativo, denota mayor rigidez e imposición: espacios institucionalizados, horarios institucionales, productos homologados. Y es que tras asistir a estos esporádicos eventos tendremos que reconocer que hemos descubierto propuestas o artistas que nos han llamado la atención y que, tal vez, tristemente, ni siquiera sabíamos que existían. Hemos descubierto y disfrutado espacios u horarios donde realizar actividades distintas a las habituales.
El arte se acerca a la calle y por tanto usted o usted se acercan al arte. En breve volveremos a tener las calles llenas de arte, de música con la celebración del Día de la Música, un evento Villena es Música de nueva factura que acogerá a unos cuantos centenares de participantes que celebrarán, como posiblemente celebren todos los días, junto a la ciudad ese maravilloso arte. Marquen la fecha en sus agendas, 18 de junio, y prepárense para pasar un día de convivencia: pasear por la ciudad, encontrarse con vecinos y vecinas, escuchar música, celebrar.
Disfrutemos, pero tampoco olvidemos la realidad. Sabemos aunque sea de oídas cómo andan las cosas en el terreno artístico. No se trata tan solo de ese 21% de IVA tan abusivo como poco retributivo (a los datos les remito). Pero podemos tomar la fecha de esa imposición como el inicio de una terrible criba que ha acabado con el cierre de cientos de salas de música y teatro, que ha supuesto la disolución de cientos de compañías. La falta de entendimiento gubernamental de la necesidad del arte, incluso su desconfianza en el mismo, ha llevado no solo a la ausencia de apoyos, sino a la falta de consideración en cuanto a sus particularidades laborales. Nos deja un desolado paisaje profesional que contrasta con la gran iniciativa artística que descubrimos en la calle; artistas con talento, con ideas y con valentía que no se amilanan ante el panorama actual (que no pueden dejar de trabajar y crear).
Por eso me gustaría llamar la atención sobre esas personas que por ejemplo el domingo ocuparon el escenario de la Fundación Sanamente y que aportaron su talento, como cigarras. Y si por supuesto como una voz más debo aplaudir y subrayar el trabajo de esta Fundación, también debo insistir en la necesidad de una sociedad capaz de tratar a sus artistas con el mismo cariño que recibimos desde los escenarios donde actúan. Por desgracia para una cosa, la labor social, como para la otra, la labor artística, solo podemos actuar cada cuatro años, aunque a veces tenemos una segunda oportunidad. No digo más.
