Arte

Rafael Hernández (investigador privado) en Elche

Desde el 8 de octubre hasta el 18 de noviembre, todo aquel que lo desee puede contemplar los informes que Rafael Hernández, en su particular y peculiar investigación, ha dejado diseminados por las paredes y espacios del Centre Municipals d’Exposicions de Elx.
No son informes escritos en un lenguaje decodificado de antemano o imitativo de otros lenguajes ya utilizados. Por esto, y para una lectura provechosa de los informes, se aconseja acercarse a ellos vestidos con la incertidumbre más honesta como atuendo de trabajo y provistos de la curiosidad como indispensable herramienta para la exploración. Y si son del tipo de personas que les cuesta dejar atrás por unas horas todo aquello en lo que creen pero ya no se cuestionan, no importa, basta con que sepan que al cruzar las puerta de la sala de exposiciones nada de lo importante de sus vidas será puesto en peligro, solo lo que ya abandonaron voluntariamente mucho tiempo atrás.

Porque van a encontrarse con corazones globo que estallan no solo en el espacio sino también simultáneamente en las dos direcciones del tiempo (¿o habrá más, tantas como recuerdos cuyos finales nunca terminan de consumarse en la memoria?). Van a encontrarse con corazones como montañas recorridas por ríos que intentan abandonar sus cauces, corazones totémicos y musculosos expandidos más allá de su posible latido y suspendidos en el espacio como satélites enigmáticos desde donde nos observa un ser silencioso y hermético. Van a encontrarse con ríos negros que nos es fácil saber si descienden o trepan hasta el techo por encima de bloques y paredes azules como cielos cegadores, bajo cuyo horizonte que se rompe como un pensamiento quebrado justo en el mismo momento de parecer consistente hay muñecos escondidos en laberintos. Van a encontrarse con formas que sueñan con establecer puentes por las paredes para saltar de cuadro en cuadro y con seres que están encerrados en bocas y les mirarán como el aliento de una libertad perdida por el robo o asesinato de un sentimiento ajeno.

Pero sobre todo es importante decir que estos informes son efímeros (¿en el fondo no lo es todo?), de modo que si no quieren quedarse sin exponerse a su influencia, recuerden: el 18 de noviembre serán borrados para siempre, quedando a partir de ese momento fragmentados, repartidos y anotados sólo entre las líneas de la historia personal de todos aquellos que los contemplaron.

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