El domingo 5 de septiembre, con un cuarto de entrada y reses de la ganadería de Giménez Indarte, tuvo lugar en Alicante la final del IV Trofeo Triunfador. El cartel estuvo integrado por: Raúl Bravo, de grana y oro: Oreja, oreja y ovación. Adolfo Cervantes, de celeste y oro: Aplausos en el único que estoqueó. José María Pérez Hickman, de azul pavo y oro: Aplausos tras aviso y oreja. El villenense Raúl Bravo fue el triunfador porque cortó más orejas y porque mostró el mejor toreo.
Al castaño que abrió plaza lo saludó a la verónica mientras este evidenciaba su falta de fuerza. Como el novillo tenía buena clase en la embestida, Raúl lo sacó a los medios doblándose con él y allí lo toreó muy largo por ambos pitones. Luego lo llevó al tercio donde toreó al natural extraordinariamente. Remató las series con airosos remates de una gran personalidad.
La banda de música tocó La Entrada, algo que agradeció el diestro y también la docena de villenenses que allí pudimos disfrutar de su toreo en un día tan señalado.
Lo mató con una estocada en la suerte de recibir, algo nada usual.
El segundo salió manseando e intentó saltar al callejón. No fue claro en el capote y el matador se dobló con el para abrirlo a los medios. Allí se estiró relajado con tres series de naturales llevándolo larguísimo y aprovechando la querencia para rematar las series con torería y naturalidad. Fue esta su mejor faena y en algunos momentos alcanzó una gran intensidad. Tras dos estocadas fue premiado con una oreja, la que le abrió la puerta grande y lo hizo merecedor del traje de luces en qué consistía el premio.
Como Cervantes no pudo seguir, Raúl tuvo que vérselas con el complicado novillo que cerró el festejo,un animal de brusca y desconcertante embestida que en banderillas se hizo el amo. Trató de someterlo macheteándolo con la muleta baja pero fue imposible el lucimiento. Tras una estocada trasera escuchó un aviso y después de la segunda fue premiado con una ovación.
