Cada fin de semana, desde las páginas de EPdV, te recomendaremos libros, discos, cómics o páginas web que creamos que pueden ser de tu interés. Si te animas a enviarnos tus propias propuestas, también tendrán cabida en nuestras páginas.
LIBRO. INFESTACIÓN. Érica Couto-Ferreira (Dilatando Mentes)
“Hay casas que parecen estar vivas. Sientes su hálito gélido en tu nuca aunque se trate de una soleada habitación en pleno verano (...). Hay otras casas que florecen como cadáveres incorruptos que en su corazón albergan espectros de quienes allí vivieron (...). Pero hay muchas casas más: palpitantes y a la espera, olvidadas y yacentes, doloridas y rugientes”... Con esta particular tipología arranca el presente volumen, subtitulado Una historia cultural de las casas encantadas y que recorre con una prosa excelsa el devenir de este particular temática en el seno de la historia de la literatura de terror. Se trata de un ensayo centrado especialmente en la narrativa anglosajona, con calas en títulos tan memorables -por citar solo algunos- como La caída de la casa Usher de Edgar Allan Poe, La casa de los siete tejados de Nathaniel Hawthorne, La casa y el cerebro de Edward Bulwer-Lytton, Rebeca de Daphne du Maurier o La maldición de Hill House de Shirley Jackson; y que ha alcanzado ya la tercera edición dado su más que merecido éxito entre lectores y críticos. Por tanto, ningún aficionado al género que se precie de serlo debería dejar pasar la oportunidad de leerlo. (Francisco J. Ortiz)
DISCO. THE OTHER SIDE OF MAKE-BELIEVE. Interpol
‘The Other Side Of Make-Believe’ no es el mejor disco de Interpol pero desde luego tampoco es el peor. Es, en realidad, una buena obra que no desatará la euforia, pero que incluye varios aciertos claros y que, además, funciona como referencia coherente y dotada de identidad global.
Interpol son, en definitiva, una banda en la que seguir confiando, dos décadas después de su arrasadora incursión en escena con el magnífico ‘Turn On The Bright Lights’.
CÓMIC. LA RUSIA DE PUTIN. Darryl Cunningham (Astiberri)
Nacido en 1952, el pequeño Vladímir creció en un apartamento comunal compartido por tres familias en la ciudad entonces conocida como Leningrado, y en el colegio se hacía valer peleando ferozmente con cualquiera que tratase de humillarlo; con el paso de los años, y después de ejercer de oficial del KGB y agente de enlace con la Stasi (la policía secreta de la Alemania del Este), acabaría convirtiéndose nada menos que en el presidente de Rusia... Tal y como explicita el subtítulo El ascenso de un dictador, este ejercicio de periodismo en viñetas en la línea del cultivado por autores como Joe Sacco o Derf Backderf analiza el implacable ascenso al poder de Vladímir Putin, desde sus humildes raíces a la megalomanía que le ha llevado a invadir Ucrania y desatar una guerra de la que a fecha de hoy todavía no se vislumbra su fin. Profundamente documentado y sabiamente ejecutado, estamos ante un relato salpicado de corrupción, terrorismo y ciberataques que resultará de gran interés para los amantes de los thrillers y la política internacional. (Francisco J. Ortiz)
