Recordando al villenense Florencio Guillén Galipienzo, “El mago Gui-Lyen”

En estos días de ilusión, y por qué no decirlo, magia, qué mejor que recordar la figura del villenense Florencio Guillén Galipienzo, un hombre que, además de dedicarse a la industria zapatera, desarrolló una intensísima carrera como mago e ilusionista, paseando su magia por toda España y Europa entrando en contacto con los más destacados artistas de la época, además de contribuir como pocos al crecimiento y la expansión de estas artes en la España de mediados del siglo XX.
Florencio Guillén Galipienzo nació en Villena un 27 de septiembre de 1916 en la calle Cruz de Mayo, más concretamente en el número 19. Falleció en su ciudad natal a los 81 años de edad, el 6 de enero de 1998 –casualidades del destino–, precisamente el día de los Reyes Magos. Desde entonces, su hijo, el empresario del calzado Julio Guillén, ha estado investigando para reconstruir una curiosísima faceta oculta de su padre, que además de dedicarse a la industria zapatera fue un prestigioso mago e ilusionista en la España de la posguerra.

Para averiguar más sobre la carrera que Florencio Guillén desarrolló en el mundo de la magia, su hijo Julio, tras documentarse en el archivo familiar e investigar sobre este mundo y sus promotores en España, se dirigió a la Sociedad Española de Ilusionismo, ubicada en Barcelona, y entró en contacto con Alain Denis, secretario y bibliotecario de la misma. De ese modo accedió a numerosa documentación –que está siendo analizada por César López Hurtado– y recuerdos de personajes que compartieron amistad y actuaciones con “El mago Gui-Lyen”, nombre artístico por el que fue conocido Florencio Guillén Galipienzo.

Fundador de la Sociedad Española de Ilusionismo
Florencio Guillén Galipienzo cursó estudios de segunda enseñanza internado en la prestigiosa Academia Cabanillas de Valencia, donde finaliza sus estudios de Bachillerato –y donde tuvo como compañeros a Manuel Caturla Crespo y a Vicente Forcada Aranda, conocido inspector de alcoholes en Villena en la década de los sesenta–. Pero poco antes de estallar la Guerra Civil en 1936, residió algún tiempo en Barcelona –acogido por Sebastián Guillén Parrés y su hijo Antonio Guillén Pló, también oriundos de Villena, quienes le prestaron un importante apoyo durante aquellos difíciles años– y fue en la Ciudad Condal donde se despertó en él una gran vocación que le acompañaría toda su vida: la prestidigitación, el ilusionismo y la magia.

En 1943, junto con el noble catalán don Javier de Areny-Plandolit Gassó (médico y poseedor de la colección particular de magia más antigua del mundo), fundó en Barcelona la Sociedad Española de Ilusionismo (S.E.I.), una organización en la que Florencio Guillén Galipienzo figura inscrito como socio con el número 2 –siendo el número 1 precisamente Javier de Areny-Plandolit Gassó–.

De aquella época data su relación artística con personajes de la historia de la magia española tan representativos como Carlos Bucheli Sabater “Carlston”; Emilio Deu Sivit, “Eldi y Handy”, Antonio Darder Marsá, José María Sánchez Ferrándiz “Chang-Fu” y “Magicus” –alicantino y dueño de la tienda “El rey de la magia”–, Fernando Maymó Gomis, José Florences Gili “Rey de prestidigitadores y prestidigitador de reyes”, Jerónimo Casadelduero Escamilla “Jerito”; los hermanos Vilajosana, El Doctor Fassman, Luis Juliá Campmany...

Una vida apasionante
El contacto de Julio Guillén con Alain Denis y la Sociedad Española de Ilusionismo ha abierto al empresario villenense las puertas de un mundo, el conformado por los profesionales de la magia, que le ha facilitado sobremanera recabar información sobre cualquier dato o indicio relacionado con la trayectoria artística de su padre. Ellos son los hermanos Vilajosana, don Josep Pallesa –campeón del mundo de ilusionismo cómico–, Alain Denis y Mónica, su esposa, el presidente de la Sociedad Española de Ilusionismo, Jerónimo Casadelduero “Jerito”, y Xevi.

A través de los documentos, programas de actuaciones, revistas y fotografías proporcionados por ellos, se ha podido recuperar parte de la memoria de las actuaciones de “El mago Gui-Lyen” en salas como “Els Cuatre Gats” (Barcelona), “El Poble Espanyol” (Barcelona) o el Teatro Eslava (Valencia), donde actuó junto al Doctor Fassman, apareciendo anunciado en los programas publicitarios como “El mago Gui-Lyen, la memoria de acero”. Asimismo queda constancia de la participación de Florencio Guillén en el Primer Congreso Nacional de Ilusionismo de Barcelona (26, 27, 28 y 29 de mayo de 1949), en el Primer Concurso Internacional de Magia, celebrado en París (año 1949) junto a 300 profesionales, o en el Concurso de Magia Internacional en Holanda (año 1955), al que asistió como representante oficial de la Sociedad Española de Ilusionismo (S.E.I.).

Historia de la magia
Tal es el recuerdo dejado por Florencio Guillén en el colectivo que Xevi, coleccionista, ilusionista profesional, fundador de Magos Sin Fronteras y creador del primer Museo de Magia en España, escribió sobre Florencio Guillén Galipienzo, “Profesor Gui-Lyen”, las palabras con las que ponemos fin a este artículo:

“El Mago, Ilusionista o Profesor Gui-Lyen es parte importante de la historia de la magia española, destacando como gran aficionado y excelente artista. Ayudó a la divulgación y progreso de la sociedad de ilusionismo en España, formando parte de un reducido grupo de personas entusiastas, visionarios que trabajaron y se divirtieron estudiando y practicando, así como también marcando un futuro en unos difíciles momentos pero, gracias a ellos, miles de magos seguimos llevando la ilusión y alegría a escuelas, hospitales, geriátricos, centros penitenciarios…, etc. de manera altruista. Don Florencio Guillén Galipienzo estaba siempre dispuesto a ayudar, era una persona afable, simpático y sensible, todo un caballero enamorado de la Magia”.