Recortes y profesionalidad sanitaria
Las noticias que aparecen sobre los recortes sanitarios son continuas. Nunca pensé que tendría la oportunidad de comprobar desde dentro esa situación, y por contraposición, la profesionalidad de los sanitarios que, a pesar de los recortes, desempeñan su labor con humanidad, eficacia y sin dejar entrever al paciente la situación que ellos atraviesan.
Sábado 3 de marzo. Salgo de casa a mediodía y ando durante unos 45 minutos. Todo normal. Cuando estoy de vuelta, cerca de casa, compruebo que me ahogo, que las piernas no me responden. Opto por sentarme en la acera y pedir ayuda. Tres personas me prestan su atención y en un coche particular me trasladan al integrado.
No es un hospital, pero es un centro sanitario integrado en el que un paciente grave es estabilizado para ser después trasladado a Elda. Eso es lo que me ocurrió en la peor media hora de mi vida. Siete u ocho sanitarios centrados en mí, trabajando con rapidez y diligencia, dándome ánimos, hasta que consiguieron estabilizarme. Según me confirmarían después en el hospital de Elda, sufrí una trombosis pulmonar. Pronóstico grave.
Como anécdota, de los malos momentos pasados al principio, en el integrado, guardo detalles en mi memoria, como la facilidad con la que me quitan la alianza del dedo, algo que resultaba imposible para mí últimamente, utilizando un simple clip. Pero sobre todo, tengo que hacer hincapié en la profesionalidad y humanidad de todo el personal del centro integrado que me sacó adelante en un primer momento.
Después, a Elda en ambulancia. Y una vez allí, dos días en la UCI y varios más en planta. Sobre el personal del hospital, solo puedo repetir lo dicho en relación con el integrado. Y todo a pesar de los recortes. El aparato que no funcionaba desde hace tiempo y no ha sido reparado. El papel para secarse las manos los propios sanitarios, que se deshace con la humedad en lugar de cumplir su misión, etc.
Ha sido mi primera experiencia sanitaria, y ojalá sea la última. Mi conclusión es clara. A pesar de todo, estamos en manos de buenos profesionales, que no olvidan el aspecto humano. Muchas gracias por todo.