No, no les voy a hablar de las convocatorias que han ofertado estos días institutos y universidades con el fin de poder aprobar aquellas asignaturas que se suspendieron en su momento, y cuyas correcciones son precisamente las culpables de que faltase a mi cita semanal con ustedes hace siete días. De lo que les voy a hablar hoy es de tres espléndidos cómics foráneos que también tienen en común, además de contar con títulos escuetos de una sola palabra, el hecho de que ya estaban o estuvieron disponibles en su momento en el mercado editorial español, pero cuya indudable calidad pedía a gritos unas reediciones en condiciones. Debo aclarar que dos de ellos los he leído por vez primera; mientras que el tercero, mi favorito, ha sido una relectura de lo más gozosa transcurridos varios años desde mi primer contacto con la obra. Vamos con todos ellos sin más dilación...
El cómic de ambientación histórica Belladona, con libreto de Ange (seudónimo artístico de Anne y Gérard, una pareja de novelistas y guionistas de cómic) y dibujos del siempre eficiente Pierre Alary, es sin duda una apuesta personal del editor Ricardo Esteban. Tanto es así que ya lo publicó en su día cuando estaba al mando de Dibbuks en una edición más humilde, y tres lustros después ha decidido recuperarlo para el catálogo de Nuevo Nueve con una de esas deslumbrantes ediciones físicas a las que ya nos tiene felizmente acostumbrados. Al margen de su formato en trabajada tapa dura, el lector encontrará en sus páginas un trepidante relato de aventuras protagonizado por Marie, una heroína adelantada a su tiempo, y ambientado en la Francia de finales del siglo XVII... que no es otra que la Francia de Luis XIV que tan entretenida y placenteramente narró Alexandre Dumas -el padre, el de los tres (o cuatro) mosqueteros-, sin duda una de las referencias preclaras de los tres autores. Como podrán imaginar, estamos ante una historia repleta de duelos a espada, intrigas palaciegas, motivaciones equívocas y pasiones desbordadas que mantienen en vilo al lector en todo momento. Por otro lado, es de justicia destacar igualmente la labor de Patrick Noël y Jean-Paul Fernandez al color, repleto de matices a la hora de reflejar la luminosidad y la oscuridad del mundo real, y que termina de dar forma a este álbum tan recomendable.
En las antípodas del bello formalismo cromático de Belladona, tan característico de la historieta francobelga, se encuentra el trazo grueso y caricaturesco en blanco y negro de Succión, una de las obras más importantes de Dave Cooper y que La Cúpula acaba de recuperar como hace no mucho hizo con otra obra suya, también clave del underground moderno: Escombros. Precisamente del pope de la historieta contracultural anglosajona, el gran Robert Crumb, encontramos muchos ecos en la historia de Basil, hombrecillo nacido de un huevo de insecto que recién llegado al mundo emprenderá una odisea repleta de peripecias inesperadas y encuentros extraños, y que pese a la crudeza de algunos de sus episodios culmina con un conmovedor canto a la fraternidad. Se trata, como ya imaginarán quienes conozcan al autor de Flujo, de una obra críptica e incluso freudiana por momentos, y desde luego no apta para todos los paladares; de hecho, en su desarrollo tiene una presencia fundamental el sexo, elemento representado gráficamente sin escatimar fluido alguno... Lo que hace del presente título una lectura recomendada exclusivamente para lectores adultos.
El sexo también está muy presente, aunque de forma menos explícita, en Enigma, fascinante serie que podría considerarse como una de las creaciones más personales y conseguidas del guionista británico Peter Milligan. Esta es una obra que ya leí en su momento en la primera edición en rústica a cargo de Norma -ya no recuerdo si sería de cara a preparar el encuentro con este escritor que tuve el honor de presentar en el seno de la edición de Unicómic del ya lejano 2010-; pero ha sido un verdadero placer volver a encontrarme con su protagonista, Michael Smith, gracias a la edición definitiva y repleta de material extra que publicó Planeta hace unos meses. En esta Enigma, el guionista de obras tan fascinantes como Shade, el hombre cambiante o X-Statix, aquí en fructífera colaboración con su compatriota Duncan Fegredo a los lápices, utiliza estilemas propios del cómic de superhéroes para regresar a uno de sus temas predilectos: la identidad. En este caso, centrándose en las desventuras de un personaje que empieza a plantearse serias dudas acerca de su sexualidad, al mismo tiempo que observa cómo todo lo que le rodea empieza a resquebrajarse en un momento en el que unos cómics de culto que leyó en su infancia y que fueron escritos por un guionista gay parecen afectar al mundo real de una forma inexplicable. No voy a entrar en más detalles a propósito de su argumento porque se trata de una obra que hace honor a su título, planteando interrogantes que se van resolviendo conforme avanza la lectura gracias a hallazgos que ustedes, futuros lectores, sin duda agradecerán que me reserve. Vaya, que les toca leerla... al igual que las otras dos recomendaciones de esta semana.
Belladona, Succión. El estatus de Basil y Enigma están editados por Nuevo Nueve, La Cúpula y Planeta Cómic respectivamente.
