Opinión

RENFE inaccesible

Desde hace algunos años estamos inmersos en la eterna discusión sobre soterramiento o alejamiento. Todos los ciudadanos tenemos nuestro punto de vista respecto a las posibilidades que ambas soluciones ofrecerían a la expansión de Villena. En los alrededores de los terrenos de RENFE, junto al Paseo, se puede construir un aparcamiento subterráneo para 700 vehículos. Más de 400.000 personas, en potencia, pueden ser usuarios de los servicios que presta la estación de Villena, etc. Con esta serie de premisas, podemos llegar a una clara conclusión: la Estación de Villena ofrece una amplia gama de posibilidades de uso para todos los usuarios de este servicio. O al menos para casi todos…
La semana pasada tuvimos oportunidad de hablar con una persona que decidió pasar junto a su familia un día de playa en Alicante. Esta familia tiene una hija discapacitada que se desplaza en silla de ruedas. El feliz día que pensaban pasar en la playa comenzó a truncarse cuando llegaron a la estación de Villena.

La primera sorpresa del día fue encontrarse con que el tren para en las vías llamadas 2 ó 3, separadas del andén de la estación, y por lo tanto debían bajar y subir las escaleras para trasladarse al andén adecuado. Con la ayuda de su hijo pudieron realizar este primer tramo. La segunda traba la encontraron para subir al tren, al tener que pedir ayuda a otros pasajeros, ya que con la ayuda de su hijo no era suficiente para elevar la silla a la altura en que se quedó el escalón del vagón. Ya en el interior, pudieron comprobar que el pasillo de dicho vagón no permitía el paso de su silla de ruedas, teniendo que permanecer de pie, junto a su hija, en el descansillo de entrada. La colaboración ciudadana la tuvo en Villena, cosa que por desgracia no encontró al bajar en la estación de Alicante.

Dándole vueltas durante toda la mañana a las peripecias sufridas para llegar a Alicante, llegó el momento de volver. Los mismos problemas surgieron para acceder al tren, pero durante el trayecto de vuelta aún quedaba la esperanza de que el tren parase en el andén más cercano a la estación, esperanza que quedó disipada cuando de nuevo el tren paró en el mismo andén que por la mañana. Cansados por el viaje y tanto trasiego, el hijo tomó la decisión de tomar su hermana, y para no bajarla de nuevo por las escaleras por el peligro que ello supone, la llevó en la silla de ruedas hasta el paso de Altos de la Condomina para volver a la estación por la calle Pintor Juan Gris, terminando así la odisea de una familia que solamente deseaba pasar un día de relax en la playa.

¿Ley de Accesibilidad?
Numerosas han sido las quejas durante los últimos años en este sentido, ya que los discapacitados y las personas mayores se ven cotidianamente perjudicados por estas circunstancias, pero hasta el momento RENFE ha ignorado todas las quejas. ¿Nadie puede obligarles a favorecer la accesibilidad en sus instalaciones y trenes? ¿Es esta circunstancia susceptible de ser denunciada ante un juzgado? ¿O acaso por tratarse de RENFE conviene hacer la “vista gorda”? Mientras tanto, las personas mayores y los discapacitados seguirán viviendo un calvario cada vez que necesiten usar el tren.

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