Residencial “Villena Hills”: Historia de un fracaso colectivo (II)

Conocida la denuncia de Ignacio y Mª Belén, EPdV se pone en contacto con Grupo Basgra. Es viernes y no hay interlocutor válido, pero cuando decimos que somos periodistas y estamos escribiendo sobre Villena Hills, inmediatamente nos pasan con Pedro Sánchez, subdirector general de la empresa.
En la sede de Basgra, en Castellón, conocen la denuncia de Ignacio y Mª Belén, puesto que les han hecho llegar su escrito anunciándoles que van a hacerlo público. Pedro Sánchez es directo: “Los primeros molestos somos nosotros: nos sentimos engañados por el ayuntamiento, que no cumplió sus compromisos. Hemos hecho todo lo posible por arreglar las cosas, pero esta promoción es una lacra que nos ha causado unas pérdidas enormes y nos obliga a aguantar unos gastos financieros insoportables. La idea era buena, íbamos de la mano del ayuntamiento, se habían involucrado personas como Arévalo… pero todo ha sido un desastre”.

Historia de un fracaso
El 23 de mayo de 2002, Pablo Castelo anuncia que está prevista la construcción de cientos de viviendas en Villena para asumir “la llegada de centenares de funcionarios a la nueva cárcel”. Entre ellas, se encuentran las 100 de Villena Hills. Se anuncia una inversión de 7 millones de euros por parte de Grupo Basgra, y se habla de “consolidar la zona e integrar el barrio San Francisco en el casco urbano mejorando las infraestructuras viarias y las áreas ajardinadas”. El 13 de septiembre Basgra organiza una fiesta en La Cábila en la que no faltan ni el alcalde, Vicente Rodes, ni Arévalo, ni la entrega de regalos, ni el sorteo de viajes. Las obras comienzan y hay que vender.

“El desconocimiento del mercado y las promesas del ayuntamiento nos metieron en este proyecto”, afirma Sánchez, señalando que pronto comprobaron que la gente de Villena no iba a comprar. Además, “el ayuntamiento incumplió sus promesas: crear zonas verdes, construir más promociones en la zona o implantar una comisaría; no se ha hecho nada de lo que nos dijeron que iban a hacer”. Tras el mandato de Vicente Rodes, siempre según Pedro Sánchez, “se intentó hablar con Vicenta Tortosa y nunca nos quiso recibir. Hablamos con José Ayelo, que tuvo buenas palabras, pero nos dijo que no asumirían compromisos de Corporaciones anteriores. A la nueva Corporación ni la conocemos, aunque seguimos esperando que arregle la zona”.

“No podemos con todo”
Preguntado por el mal estado de las viviendas, Sánchez asegura que “subcontratamos todas las tareas a empresas de la zona, y cuando empezamos a recibir quejas denunciamos a los proveedores, pero para ello hay que hacer peritajes y resolver los casos lleva mucho tiempo. Ha habido fallos, es cierto, y muchos se han reparado, pero no podemos con todo. Estamos gastando un dineral en esas denuncias y en otros juicios por desahucio, porque hay quien entró a vivir a través de comerciales de Villena y no ha pagado. Llevamos más de dos años de proceso, pero el Juzgado de Villena es lentísimo… Esperamos recuperar parte del dinero cuando se resuelva todo”. En cuanto al arreglo de las zonas comunes, señala que es “responsabilidad de la Comunidad de Propietarios”, aunque el mayor propietario es el propio Grupo Basgra, pues hay más de 80 viviendas sin vender.

Respecto al papel del ayuntamiento, Sánchez sostiene que “se le ofreció una casa para instalar un retén de Policía, y no quiso; ofrecimos hacer un vallado vegetal para separar el descampado, y tampoco quiso… También ofrecimos 10 viviendas durante tres años para Guardias Civiles y Policías, pero los sindicatos no aceptaron para no crear agravios comparativos entre agentes. La gente entra a robar y han desvalijado todas las viviendas, la Policía les detiene y el Juez les suelta; reponemos lo robado y lo vuelven a robar… esta promoción es una lacra”, repite constantemente.

“Esto es lo que hay…”
Por último, Sánchez asegura que el arrendamiento de viviendas a temporeros “es cosa de las inmobiliarias de Villena”, denunciando igualmente el papel de algunas de las comerciales contratadas en su día, a quienes llega a acusar de “apropiación indebida” por quedarse parte del dinero entregado por los compradores, insistiendo en que si “el ayuntamiento cumple lo que prometió es posible recuperar la zona, pero no van a hacer nada, y noticias como ésta van a hacer que el problema no se solucione nunca. Lo sentimos mucho por este señor –en referencia a Ignacio–, pero esto es lo que hay”, concluye el subdirector general de Grupo Basgra.