Sra. Alcaldesa: Cada vez estoy más convencido de que usted confundió su actividad, o su vocación, o su oficio. En vez de ser una líder política, para lo cual se necesita más inteligencia que astucia, debería ser la gestora de ceremonias de un circo, pues hay que ver los números que nos monta a los vecinos de a pie en sus decisiones plenarias; dicho sea de paso cada vez más espectaculares.
Tiene que entender y razonar que los No Adscritos no pueden considerarse tránsfugas, y usted así los considera. Se presentaron en su lista, sí, pero el pueblo votó una lista de veintiún concejales con sus nombres y apellidos, entre los que figuraban los NA. El pueblo también les votó a ellos, voto nominal más que a unas siglas. Pero estas personas se alejaron de usted porque no soportaban su dictadura, algo que yo mismo y mucha gente de Villena apreciamos.
Lo más hermoso de la democracia es el respeto a la libertad y al libre pensar, sin sujeciones, sin sumisiones. Pero parece que usted no entiende este significado. Todo esto me recuerda al Generalísimo Franco cuando condenaba a los republicanos de rebeldes, cuando él mismo instó a la rebelión. Usted también se decantó por Ripoll menospreciando a Camps. ¿Quién traicionó a quién?
Después Camps engañó a muchos de sus votantes. Nos dijo el Honorable Presidente de la Comunidad (prefiero comunicarme en castellano) que pagaría la plaza de toros. Hoy todos sabemos que es nuestro Ayuntamiento quien está adelantando el coste porque los compromisos adquiridos no se cumplen, y lo que es peor, por culpa de la oposición que boicotea el proyecto.
¿Qué oposición puede frenar nada frente a una mayoría? Los toros, por otra parte, ni nos solucionan la crisis ni la cultura que tanto necesitamos. Quedan excluidos magníficos proyectos por la maldita y carísima plaza de toros: la estación de autobuses, el museo etnográfico, el parque de las Cruces, el soterramiento o el alejamiento que nos engaña entre unos y otros, el Conservatorio de Música, el desprecio a un informe de la Universidad de Alicante.
Y mientras las basuras, con su embriagador perfume, nos vuelven locos y amenazan nuestra salud, ¿qué hay de la cultura, de la juventud, de los deportes, del teatro, de la música, de la danza, del baile, de la poesía en nuestra ciudad?
Yo ya soy mayor pero creo que Villena tiene juventud y agallas de sobra para construir una gran ciudad. Jóvenes con preparación académica, voluntad de hacer bien las cosas, ideas renovadoras, pero en paro. No me diga que es Zapatero el culpable pues también están los defraudadores, la gran Banca, los especuladores del ladrillo y los empresarios sin entrañas que hoy cierran y mañana abren en otro sitio.
Pero el futuro de Villena y de España depende de esta magnífica juventud que estamos machacando. Debemos aportar esfuerzos y presupuestos en encontrarles salida. Mientras las plazas de toros acabarán como los circos romanos, en ruinas, los jóvenes reclaman y aclaman dignidad y oportunidades. Como alcaldesa que es, reflexione y écheles un cable, que jóvenes aquí, y buenos, hay muchos.
