Richart se queja de falta de dinero para sus concejalías y lamenta que se gaste en asuntos que para él “no son prioritarios”

El concejal Juan Richart ha querido aclarar los motivos que el pasado 19 de agosto, al reincorporarse a su trabajo tras dos meses de baja médica, le llevaron a renunciar a varias de sus delegaciones. Aunque inicialmente señaló que era por motivos de salud, finalmente reconoció que pensaba que en áreas como Patrimonio no contaba con suficiente presupuesto para desarrollar actuaciones que para él eran prioritarias.
En concreto el edil de Villena Centro Democrático manifestó que le había pedido al alcalde Javier Esquembre que pasase a otro concejal las delegaciones de Patrimonio, Agua Potable, Alcantarillado, Licencias de Obras y Disciplina Urbanística por creer que “no tenía instrumentos para poder desarrollarlas en condiciones”

Ponía como ejemplo el hecho de que, como edil de Patrimonio, no ha sido capaz de cambiar unas placas del reloj de la Iglesia de Santiago para arreglarlo, pues lleva unos 5 meses sin funcionar bien, “porque cuestan 228 € y en el Ayuntamiento me dicen que no hay dinero”.

Se refería también a los problemas de alcantarillado y agua potable, “que continúan pese al cambio de empresa, pues FCC no está acometiendo las obras que debería, no hace las cosas bien siguen las quejas por los recibos y encima quieren compensar que cobran menos canon subiendo las tarifas a los usuarios”. En este sentido aseguraba que ante las quejas de los ciudadanos sobre estos asuntos “me siento impotente y eso me iba a crear aún más problemas de ansiedad y tensión, por lo que para que mi salud no se resienta más he decidido renunciar a estas áreas”.

Richart afirmaba que lo mismo le ocurre con otras áreas que sí mantiene, como Obras, Servicios, Limpieza de Edificios y Cementerio. “Por ejemplo, hay que hacer obras de urbanización en el Cementerio Nuevo, pero a estas alturas del año aún no han empezado y al final faltará tiempo para tener nuevos nichos y volverán los problemas que ya hubo en años anteriores”, decía.

Para él, el hecho de que no tener presupuesto para hacer su trabajo en estas áreas “significa que no tengo ningún poder en el ayuntamiento”. Y al respecto se lamentaba de que, las diferencias de criterio entre los tres partidos del equipo de gobierno llevaran a que no estuvieran tan de acuerdo sobre qué actuaciones eran prioritarias.

“Para mí temas como la renovación del alcantarillado, que cuentan con una partida presupuestaria de entre 100.000 y 110.000 euros son más importantes que otros, como la publicidad en medios de comunicación, que tiene un presupuesto similar o el festival Aúpa Lumbreiras. Por eso me planteo qué es más importante y no puedo evitar discrepar”, concluía.