Historia

Una investigación señala que lo que conocemos como Vinalopó era históricamente “el río de Villena”

El trabajo, publicado en el nuevo número de la revista Bilyana del Museo de Villena, es obra de los geógrafos Gabino Ponce Herrero y Ángel Sánchez Pardo

El Museo de Villena (MUVI) y la concejal de Cultura, María Server, han presentado el número 5 de la revista Bilyana, publicación online que es una auténtica plataforma de divulgación científica abierta a todos los investigadores interesados en la historia, la prehistoria, la arqueología y el patrimonio, decía la edil.

La revista recoge las memorias anuales del Museo de Villena y, lo que es más importante, trabajos originales e inéditos tanto de investigadores externos como del personal del propio museo que ofrecen una visión enriquecedora y novedosa sobre nuestro pasado.

Además, la revisión de los trabajos por pares ciegos (el autor es anónimo para el especialista en la materia que revisa el trabajo, y viceversa) garantiza unos altos estándares de rigor científico, lo que brinda confianza a los investigadores que colaboran en la publicación, cada vez más prestigiosa, hasta el punto de ser incluida en las principales plataformas de indexación de revistas científicas, y a los propios lectores.

Por otro lado, destacaba Laura Hernández, directora del Museo, “generar conocimiento y darle difusión entre la comunidad científica y la sociedad es una gran satisfacción, además de proporcionaros nuevos contenidos para configurar nuestras exposiciones temporales o permanentes”, algo para lo que también es fundamental el papel de la biblioteca del MUVI, especializada en materias como la prehistoria, la arqueología, la museología, la numismática, las ciencias sociales y los estudios locales y que cuenta ya con 3.400 volúmenes, que siguen en proceso de catalogación por parte de la bibliotecaria Ana Valdés. De hecho, ha sido reconocida por el Ministerio de Cultura como Biblioteca Especializada.

Interesantes investigaciones locales, nacionales y extranjeras

Jesús García, técnico del MUVI y secretario de la revista, era el encargado de presentar la nueva publicación, que abarca los años 2022 y 2023 y que, además de las memorias anuales del Museo, presenta interesantes investigaciones, como el estudio de un destacado investigador suizo sobre la navegación en el Mediterráneo previa al Neolítico, la de tres investigadores de la Universidad de Valencia sobre la decoración de la cerámica previa al periodo Campaniforme o la de dos investigadores de la Universidad de Zaragoza sobre los vasos geminados de Villena, que pone de manifestó, más si sabe, la importante del yacimiento del Cabezo Redondo durante la Edad del Bronce.

Junto a ellos, otras investigaciones de carácter local, como un trabajo de Laura Hernández sobre las inscripciones epigráficas aparecidas en la Sierra del Castellar y otro del propio Jesús García sobre el negocio familiar del vino y sus derivados, centrándose en el caso de Luis García Poveda y sus descendientes, responsables de una de las bodegas más importantes de la DO Alicante.

Todos estos artículos, así como los de los números anteriores de la revista, pueden descargarse de forma digital desde la propia web del Museo.



El río de Villena, no el Vinalopó

Con todo, si hay un artículo llamativo es “El Río de Villena, o de Las Virtudes, o de la Fuente del Chopo (mal llamado Vinalopó)”, un trabajo muy serio y documentado de los geógrafos Gabino Ponce Herrero y Ángel Sánchez Pardo que viene a señalar que lo que todos conocemos como río Vinalopó fue históricamente conocido como río de Villena, y así se menciona en todos los textos, mapas y croquis anteriores a 1797, cuando el científico Cavanillas se refiere al mismo como Vinalopó.

Según los autores, el río que hace cerca de Bañeres en realidad muere en los alrededores de Cañada, en el Salse, donde se interrumpe y desaparece, partiendo otro río desde Villena, alimentado por la antigua Laguna y por las fuentes y manantiales de aguas caballeras de la ciudad y la huerta, y que seguiría recibiendo otras aportaciones por su recorrido hasta Sax y más allá, hasta desembocar entre Santa Pola y Guardamar.

No es una ocurrencia, remataba Jesús García, sino que la teoría que defienden es “el resultado de una investigación muy bien documentada”. Investigación que, como no puede ser de otro modo, les invitamos a conocer pinchando aquí.

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