Medio Ambiente

Salvatierra alerta de un descenso del 38% de la población de jara blanca en Villena

La jara blanca (Halimium atriplicifolium) sigue estando considerada como Especie en Peligro de Extinción en el Anexo I del Catálogo Valenciano de Especies de Flora Amenazadas. Sus únicas poblaciones conocidas en territorio valenciano están localizadas en la Sierra del Algayat en La Romana y nuestra población local ubicada en la Sierra de Salinas, ambas en la provincia de Alicante.
Tras 5 años consecutivos realizando actuaciones en la Sierra de Salinas dedicadas a su conservación, exponemos los siguientes resultados y conclusiones:

La población de jara blanca en la Sierra de Salinas está formada por 72 ejemplares, los cuales deben ser diferenciados en dos grupos principales; por un lado la población silvestre, formada por escasos ejemplares dispersos a lo largo de la sierra y por una gran población en un área muy localizada (E. Durá, J. Hernández y P. Hernández, 2010); y por otro lado la población reintroducida, la cual se encuentra divida en distintas subpoblaciones, creadas con el objetivo de conectar la población más meridional con la población más al norte (formada por un único ejemplar). Actualmente, la población reintroducida, formada por ejemplares procedentes de las actividades de recuperación realizadas por la Asociación Salvatierra desde el año 2013, es la mayor población de jara blanca en la Sierra de Salinas y representa el 55% de la población total conocida.

Amenazas
Incluso con la creación de nuevas subpoblaciones que han permitido aumentar significativamente la colectividad total de jara blanca, el taxón sigue siendo muy escaso en el entorno de la Sierra de Salinas y su población dista todavía de estar a salvo.

La población silvestre se encuentra gravemente amenazada por el fuerte impacto que está ejerciendo la ganadería ovina, la cual pasta y trasiega en semilibertad sobre el núcleo de mayor número de ejemplares. Así mismo, la sucesión vegetal progresiva natural en el área donde se ubica la población silvestre está ocasionando la sustitución de la jara blanca por otras especies vegetales, además de un cambio en la ecología del terreno. A las amenazas mencionadas, es preciso añadir la pérdida directa de ejemplares por la eliminación del sotobosque en los lindes de la carretera por trabajos silvícolas de mantenimiento de caminos y limpieza forestal. Todas estas situaciones han provocado la reducción de la población silvestre en un 38% desde el año 2014 (Salvatierra; 2014-2017).

Es preciso mencionar que debido a que se trata de una especie pirófila, es decir, adaptada a tener una ventaja respecto a otras plantas tras acontecimientos como los incendios forestales, puede ocasionar que dicha adaptación se convierta en una desventaja cuando no se den las condiciones mencionadas. También hay que considerar que puede tratarse de una especie que está sufriendo los efectos del cambio climático al crecer en claros y lugares soleados donde ya no se dan las condiciones ecológicas adecuadas el tiempo suficiente para la regeneración de nuevas plantas, lo que está provocando el envejecimiento de la población silvestre y una disminución de su área de distribución.

Conviene, por tanto, continuar con el seguimiento de la población silvestre y la búsqueda de nuevos ejemplares en la Sierra de Salinas además de tomar medidas urgentes para su protección y conservación.

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