Salvatierra emprende acciones jurídicas contra la planta fotovoltaica Argos para demandar su nulidad
Consideran la autorización ambiental concedida por el gobierno un “atentado ecológico” que afecta directamente al patrimonio natural de Villena
Con fecha 17 de abril la Dirección General de Política Energética y Minas resolvió otorgar a Argos Desarrollo Empresarial, S.L.U. autorización administrativa previa para la instalación FV Argos, para llenar con placas solares 191 Ha de Villena y Salinas en los aledaños de la Sierra de Salinas, una superficie similar al casco urbano de Villena más el Polígono Industrial El Rubial, siendo el proyecto que mayor impacto ambiental tiene de todos los proyectos que existen hasta el momento en el término de Villena.
No obstante, al día siguiente, el edil de urbanismo del Ayuntamiento de Villena salió en los medios y no mencionó este detalle, queremos imaginar que por simple desconocimiento. Pero sí anunció que tres proyectos fotovoltaicos (Atalaya Solar de 50 Ha, Fotovoltaica Villasol de 68 Ha y PSF Frutasol de 71 Ha) no prosperarían. Estos tres proyectos, al parecer, no gustaron al Alcalde como tampoco nos gustaron a Salvatierra.
Lo extraño es saber por qué no le molestaron tanto los otros proyectos fotovoltaicos considerablemente más grandes, algunos ya con autorizaciones para prosperar, y que están en el mismo sitio, el Valle de «El Puerto – Sierra de Salinas»: Fotovoltaica Villena (263 Ha), Salinas (244 Ha), La Atalaya (154 Ha), Sax I (86 Ha) y Argos (191 Ha).
La absoluta falta de criterio territorial, ambiental y socioeconómico, no obstante, siempre será un éxito para este gobierno, no hay forma de fallar, puesto que «la estrategia» se resume en que las plantas que sobrevivan a la criba azarosa del tiempo «bien estarán» y «bien contribuirán» a la tan necesitada transición ecológica, y las que no, pues es que ni estaban bien… ni resultaba que nos convenían.
De hecho, se regocija este concejal de que ya «han caído» dos tercios de las 34 plantas planteadas (una cantidad que hemos tomado como cierta de otras comunicaciones suyas y que su partido dice en redes sociales que son mentira y que nos hemos inventado quines las damos por válidas). Siempre según sus cálculos, de las 12 que no han sido todavía «purgadas» por el tiempo, ya sabemos que varias han emergido «purificadas» por él. Sin embargo, lo cierto es que los ayuntamientos de Villena y Salinas sí se han implicado en que Argos salga hacia adelante. En la resolución se establece que tanto uno como otro «no han mostrado oposición a la autorización de la instalación».
Finalmente, junto al malestar, la frustración y el desencanto de sentir que nuestro territorio no está siendo custodiado por quien fue elegido para ello, sino abandonado a su suerte, se da la tristeza de lo que vamos a perder con la instalación de Argos. El espacio ocupado por Argos es, según nuestro parecer, una joya de nuestra cada vez más escasa biodiversidad.
Es por ello que tras ser ignoradas nuestras alegaciones en las que solicitábamos la no aprobación del proyecto hace ya dos años, interponemos “in extremis” un Recurso de Alzada contra la resolución que concede a Argos autorización para la construcción de dicha planta.
La autorización ministerial de construcción de la planta es un atentado ecológico que afecta directamente al Patrimonio Natural de Villena, a hábitats prioritarios protegidos por la Unión Europea y especies catalogadas en Peligro de Extinción, destacando entre ellas una especie vegetal recientemente descrita para la ciencia cuya única población mundial se localiza en el área afectada por la obra. La presencia de esta nueva especie para la ciencia es tan relevante que en colaboración con la Estación Científica Font Roja Natura-UA y el Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales de la Universiad de Alicante, describimos como una nueva especie a partir de la única población mundial conocida, siendo nombrada científicamente con el nombre de Helianthemum bilyanense, la “Jarilla de Villena” en honor a nuestro territorio y su gente, de la que era de esperar un sentido de infinita responsabilidad y cuidado.