Apaga y vámonos

Se ofrece militante

Está más que dicho que con esto de la crisis alguno se va a poner las botas. Los fast-food, verbigracia. O quienes reparan cualquier cosa, coches o zapatos por ejemplo, porque en el año del con-su-mismo no hay pasta para comprarlos nuevos. Hasta hay quien ha aprovechado la crisis para forrarse hablando y escribiendo sobre ella, como Leopoldo Abadía y sus Ninjas de San Quirico, que están haciendo el agosto en enero.
Total, que llevaba yo unas cuantas semanas rumiando cómo podía aprovecharme de la coyuntura, sólo que, en lugar de dar con alguna idea genial, llegué a una triste conclusión: me faltan unas cuantas luces para alumbrar invento, negocio o proyecto alguno que me permita forrarme. Así pues, espanté los pájaros de mi cabeza y me centré en el tajo, dedicado a llenar semana tras semana las páginas de EPdV, que es mi salvación y mi condena, pero hete aquí que, como dijo Picasso, trabajando me llegó la inspiración.

Admito que no sé nada de hipotecas subprime, ni de tipos de interés (a mí los únicos tipos que me interesan son los de Scarlett Johansson y especímenes similares), ni de créditos ICO o líneas de financiación, ni de Rentas per Cápita o tasas de inflación… en definitiva, que no tengo ni puñetera idea de la crisis… económica, pero hay otra crisis de la que sí sé algo: la del Partido Popular de Villena, que a lo mejor me viene que ni pintada para conseguir llegar a fin de mes. Me explico:

Como recordarán, la Asamblea Local del PP tuvo que votar a cuál de los dos candidatos –Ripoll o Fenoll– otorgaría Villena su apoyo en el congreso que había de elegir al nuevo Presidente provincial del partido. Lo de menos en este caso es quién ganó, porque lo que a mí me importa es que, tanto G-4 como G-8, hicieron lo posible y lo imposible por sumar votos para sus respectivas candidaturas, reclamando en algún caso la concurrencia de personas que no han pagado una cuota desde los tiempos de Fraga o, en la otra acera, inscribiendo como afiliados a los Últimos de Filipinas, que a bote pronto es como se me ha ocurrido llamar a los militantes de Iniciativa Independiente con carné reversible según las apetencias de Don Antonio, que si es necesario les da de baja de su partido y los apunta al PP para hacer bulto (y sumar votos) con tal de seguir en la cresta de la ola una temporadita más, que por lo visto no ha tenido bastante con treintaytantos años.

¿Que cómo se puede ganar dinero con esto? Pues muy sencillo. Afiliándote al PP y poniendo precio a tu voto, porque resulta que más pronto que tarde hay congreso local, y tocará elegir nuevo Presidente, y hay muchas personas que quieren que siga la actual, y otras muchas que no quieren que repita la misma, es decir, Celia Lledó. Así que estamos otra vez en las mismas, en una loca carrera por ver quién controla más votos, afilia a más paisanos y convence a más cuñados. Fíjense si es gorda la cosa que hasta tienen comerciales, una tupida red de amiguetes y sobrinas tan desesperados por fichar gente para la causa que me estoy viendo venir que alguno hasta afilia a Pepe Ayelo al PP con tal de ayudar a ganar a los suyos.

Señoras y señores del G-4, señoras y señores del G-8, aquí me tienen, a su disposición. Soy todo oídos y, tras una discreta a la par que sustanciosa transferencia, un voto decisivo para quien me ayude a llegar a fin de mes. ¿Hablamos?

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