Se portaba con él como el doctor Mengele con los judíos en un mal día
B.- ¿Y se te ha ocurrido esa barbaridad?
A.- No exageres.
B.- ¡Pero es mi madre!
A.- Se le cae todo.
B.- ¡Es mayor!
A.- Sí, pero ella todavía no se ha dado cuenta.
B.- Está enferma.
A.- Pero arrasa con el frigorífico.
B.- Tiene mucho tiempo libre.
A.- Y mucha hambre.
B.- Echa de menos a mi padre.
A.- ¡Lo martirizó toda su vida!
B.- Solo era muy estricta.
A.- Se portaba con él como el doctor Mengele con los judíos en un mal día.
B.- Estás hablando de mi madre.
A.- Esconde las cosas.
B.- Le falla la memoria.
A.- Es un peligro para ella y para los niños
B.- Siempre ha tenido su carácter.
A.- ¿Le llamas carácter a incendiar el garaje?
B.- ¡Pero es mi Madre!
A.- No te pongas melodramática. ¿Lo discutimos o no?
B.- ¿Tú absurda propuesta?
A.- Piénsalo bien.
B.- No sé, pero me parece un disparate.
A.- ¿Tienes tú una idea mejor?
B.- ¿Y qué será de ella?
A.- No puedes controlarlo todo.
B.- ¿Y si cae en manos de sádicos
A.- ¡Tiene setenta y tres años!
B.- ¿Quieres decir que te da igual?
A.- Quiero decir que nosotros tenemos una vida.
B.- ¿Y ella no?
A.- Ella ya tuvo su oportunidad.
B.- ¿Y cómo dices que funciona eso de eBay?
A.- Subastan cosas.
B.- ¿Y si nadie la quiere?
A.- Eso ya le pasa ahora.
B.- ¡Ya estás echándome en cara que soy una mala hija!
A.- No te pongas melodramática. ¿La cuelgo o no?
B.- ¡Es necesario ese lenguaje?
A.- Me refiero a internet, prehistórica.