Abandonad toda esperanza

Secuelas

Abandonad toda esperanza, salmo 90º
Cuando la cartelera se llena de continuaciones, remakes y otras cintas sin interés, y hasta el aficionado más irredento puede pasar unas semanas sin acercarse al cine sin sentir por ello el remordimiento de estar perdiéndose algo, no hay duda de que ha llegado el verano. La época estival es proclive para estrenar tanto los grandes blockbusters de Hollywood que pretenden reventar las taquillas como para que vean la luz todas esas cintas que no tienen hueco durante el resto del año.

Las secuelas tienen un protagonismo especial en estos días calurosos: hace unas semanas se estrenaba Spider-Man 3 (la más floja de la saga hasta para los aficionados más fieles) o Piratas del Caribe 3 (lo siento, de esta serie me bajé en su primera entrega). A mi madre siempre le resultó curioso que las continuaciones de una película se llamasen secuelas, como los efectos que deja una enfermedad o un accidente. Y no iba desencaminada en su juicio: algo dice esto de la exigua calidad de muchas de ellas.

Pero no todas son despreciables: véase por ejemplo Hostel 2, segunda parte del gran éxito del terror del pasado verano, que ya les recomendé en su día. Esta nueva entrega mantiene el equilibrio justo de toda buena secuela, entre ofrecer más de lo mismo (que al fin y al cabo es lo que busca buena parte de sus seguidores) y proporcionar algunas novedades, que aquí son el protagonismo femenino y la mayor presencia de los verdugos que torturan a las víctimas. El film, de paso, confirma a Eli Roth como uno de los herederos de los rasgos más brutales de la cinematografía del horror europea.

¿Quieren más de lo mismo? Vayan a ver entonces Ocean’s Thirteen, la nueva aventura del equipo de George Clooney, Brad Pitt y compañía. Más cercana a la cinta inaugural que a la anterior entrega, este nuevo atraco a un hotel y casino de Las Vegas cuenta con una novedad: el villano de la función, un Al Pacino como siempre espectacular, que ennoblece cada plano en el que hace acto de presencia. Hay que dar las gracias a Dios todos los días porque exista Al Pacino.

Y atención a la mejor secuela del verano (al menos de momento: todavía nos quedan un par de meses de sol justiciero), y que será sin duda una de las películas del año: 28 semanas después, segunda parte del film de zombis de Danny Boyle, y que dirige el español Juan Carlos Fresnadillo. El film es una historia de supervivencia y desolación sin concesiones a la galería, de ritmo apabullante y montaje espectacular, y que esconde, no demasiado profundamente, inquietantes lecturas sobre la disolución del núcleo familiar y el inestable panorama mundial que estamos viviendo. Quién lo iba a decir: una secuela, posible obra maestra de su género. Aunque ahí está El Padrino II con, mira por donde, Al Pacino, que ya demostró en su día que eso de "Nunca segundas partes fueron buenas" no siempre es cierto.

Hostel 2, Ocean’s Thirteen y 28 semanas después se proyectan en cines de toda España.

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