Sociedad

Seguridad al final del túnel

Los túneles de Villena fueron construidos en 1974 y 1988 perforando para ello 1.070 metros de dura caliza en la estratégica Sierra de la Villa. Ahora el Ministerio de Fomento va a invertir más de 5,4 millones de euros en adaptarlos a las nuevas exigencias en materia de seguridad impuestas por el Real Decreto 635/2006.
Precisamente, el 16% del total del presupuesto será destinado a la construcción de una nueva galería de evacuación que, en su punto intermedio, conectará el túnel más largo, el del sentido Madrid, con una plataforma exterior ubicada en la calzada contraria. Y ello con el fin de que, ante una posible emergencia en su interior, la evacuación no supere nunca los 400 metros.

Los dos corredores subterráneos constituyen un hito en la austera ingeniería con la que fue diseñada la autovía de Madrid, la A-31, y por ellos circulan cada día una media de 30.000 vehículos, de los que el 29% son camiones.

El túnel que abre la meseta manchega al litoral alicantino cuenta con una longitud de 320 metros y fue construido hace 37 años durante la ejecución de la variante de Villena. Su inseparable compañero, el túnel de la calzada izquierda que siempre mira a Madrid, mide 750 metros y se construyó durante el desdoblamiento de la antigua N-330, hace ahora 23 años, dentro del proceso de construcción de las denominadas autovías de primera generación.

El Ministerio de Fomento acaba de publicar en el BOE el trámite de aprobación provisional del proyecto, por lo que no debería alargarse mucho el comienzo de las obras. Una actuación que va a modernizar sendos pasos subterráneos mediante nuevos sistemas de control de tráfico, ventilación, megafonía e iluminación interior y de emergencias. También se les dotará de sistemas de detección y extinción de incendios mediante hidrantes y bocas equipadas para el uso de los bomberos junto a las entradas y salidas de los túneles. Habrá un circuito cerrado de televisión y mecanismos de detección automática de incidentes que, mediante el procesado de las imágenes, permitirá emitir alarmas en tiempo real.

El proyecto contempla, asimismo, un centro de control que proporcionará conocimiento exhaustivo del estado de los túneles en tiempo real y de todos aquellos eventos que permitan la toma de decisiones rápidas en cada momento y situación. La red de comunicaciones se mejorará y la red de energía ampliará su potencia contando, además, con un grupo electrógeno que alimentará los servicios críticos en caso de fallo de suministro. En fin, todo está preparado para que al final del túnel haya la luz y también seguridad.

Fuente: Diario INFORMACIÓN
Autor: Pérez Gil

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