Semana de la Movilidad
Me llamó la atención el desarrollo de la encuesta que esta semana El Periódico de Villena ha realizado en su versión digital: ¿Cree que sirve para algo celebrar actividades como la Semana de la Movilidad? He de decir que los resultados no han sido muy esperanzadores. Me parece normal. Es compleja la toma de conciencia fundamentada únicamente en datos que nos señalan de forma directa como los culpables. Pero no es más fácil transmitir ideas, alternativas, sensaciones, mediante una serie de actividades de corta duración. Los ejemplos puntuales se resisten cuando intentamos extrapolarlos al día a día. De ellos solo podemos esperar que siembren una idea, una inquietud, una sensación.
Pese a los resultados que hemos ido viendo a lo largo de la encuesta, me gusta que se haya puesto sobre la mesa de debate tal cuestión. Porque creo que entre los más y los menos, encontraremos a quienes han dejado que esa novedosa idea de la movilidad haya correteado por sus cerebros más allá de su postura en la citada encuesta. Quizás alguna de estas personas ha participado en cualquiera de las actividades programadas, o se ha encontrado paseando por una de esas calles inesperadamente tomadas por personas, arrebatadas a los coches.
En realidad resulta una sensación particular, un sentimiento de festividad, andar sobre ese espacio tan común y ahora modificado, conquistado, compartido. Sin pretensiones ni obligaciones recorrer las calles. Lo que allí ocurre no tiene aspiración de negocio, son propuestas informativas y relacionales: toma de conciencia del espacio que no podemos utilizar porque lo hemos cedido al tráfico de vehículos. Y esa conciencia del espacio nos lo hace sentir más nuestro, y esa ocupación del espacio revela la posibilidad de un entorno más amable y sereno.
Visto de tal modo, no importan las asociaciones que participen ocupando la calle. Quiero decir que no necesariamente o únicamente deben ser aquellas vinculadas a la movilidad o al medio ambiente. Creo que más bien se debe dar cabida a cualquier asociación o colectivo dispuesto y con interés en tomar la calle y relacionarse con el resto, en compartir sus actividades o preocupaciones con la ciudad. Y lo vengo a decir porque parece que siempre apostamos por sistemas de intervención estancos. Cajoneras que agrupan y encierran a los colectivos en el hueco correspondiente a su franja de intervención o intereses. En cambio yo creo que en una ciudad con las dimensiones que tiene Villena es más interesante apostar por las sinergias, la interrelación de los distintos grupos. Algo que ayudaría además a la dinamización de todas nuestras actividades, se trate de la presente, de la Feria del Campo o de cualquier otra.
Aunque se enfatice según sea la ocasión una determinada problemática dando mayor cobertura a quieres desarrollan su labor en tal área, no es desestimable la participación de otros grupos que, además de encajar la temática como trasversal en sus actividades, pueden aportar desde su terreno una nueva visión.