El pasado 1 de julio Villena se adhirió al Pacto Social contra la violencia de género, promovido por la Consellería de Bienestar Social para conseguir erradicar los estereotipos y las conductas que atentan contra la dignidad y los derechos fundamentales de las mujeres.
Y venida como anillo al dedo ha sido la sentencia emitida recientemente por el Juzgado de lo Penal nº 1 de Alicante, que condena a un vecino de Villena por un delito de lesiones en el ámbito familiar. Este elemento ya había sido condenado anteriormente por violencia de género doméstica y ahora, de nuevo, según confirma esta sentencia, ha vuelto a repetir los mismos hechos por los que fue condenado anteriormente. La sentencia, además de ejemplar, tiene unas connotaciones tan particulares que invitan a la reflexión de todos los ciudadanos que alguna vez hayamos podido ver, intuir o conocer maltratos hacia las mujeres.
Todo sucedió cuando un ciudadano circulaba con su vehículo por una de las calles de nuestra ciudad. En un momento dado vio cómo en el interior de un edificio una mujer era atacada en presencia de un niño de corta edad. Sorprendido ante tales hechos llamó a la Policía, que se personó rápidamente deteniendo al individuo. Además, este ciudadano tuvo la valentía de declarar en el juzgado, como testigo protegido, en contra del individuo que ahora ha sido condenado. Esta declaración ha sido muy valiosa para el juez, ya que el atacante declaró en el juicio que se le había enganchado una pulsera en el pelo de la víctima, siendo esta declaración desarticulada por el testigo presencial, que declaró que eso no era verdad, pues vio al individuo agarrar del pelo a la señora.
Hay que denunciar
De esta sentencia se pueden sacar todo tipo de conclusiones, pero queremos destacar una: hay que denunciar todo este tipo de acciones y no permitir que la violencia de género siga estando presente, como hasta ahora, en todos los informativos de los medios de comunicación, facilitando que nos acostumbremos tanto a estas noticias que lleguemos a confundirlas como una más de todos los días. Por ello la valentía de denunciar estas agresiones e incluso testificar en el juicio, si fuese necesario, es el objetivo que hay que conseguir, porque entre todos tenemos que evitar que haya una sola víctima más.
