La selección española cosecha triunfo tras triunfo bajo una filosofía de juego que están intentando imitar cada vez más clubes, equipos y escuelas, y aunque no todo es perfecto, el perfil de jugador que seleccionan Vicente del Bosque y su equipo tiene mucho que ver con ese éxito.
Aunque Pirlo sí cumpliría, Balotelli desentonaría, ya que si algo se ha buscado es un deportista equilibrado psicológicamente. No por casualidad se dijo que una de las tareas más difíciles sería acabar con el ego de cada jugador. El pase de Torres a Mata para que marque o la suplencia de algunos jugadores que no han participado ni un minuto y que se entregan al grupo, son sendos ejemplos de este espíritu de equipo.
Tener mano izquierda como la ha tenido Del Bosque también ha sido fundamental. Aceptar críticas con personalidad, el liderazgo, la mansedumbre, la humildad y el saber estar cuando hacen de este seleccionador un facilitador de la tranquilidad con la que España desarrolla su juego sin dudas, sin presiones externas y con la fe que se tiene, a veces hasta el aburrimiento, como hemos visto en algún partido, pero siempre manejando los tiempos con un nivel de activación y concentración óptimas.
La filosofía de juego, tener el balón, parece fácil, pero no lo es. Por suerte, cada vez más escuelas de fútbol desarrollan en sus jugadores la capacidad táctica, saber leer el juego y moverse en espacios reducidos buscando huecos, junto a una capacidad técnica aplicada a esa misma filosofía con dos toques máximo por jugador, en la búsqueda del desequilibrio. No todos los jugadores están capacitados para ello, pero en la selección cualquiera, independientemente de la posición que ocupe en el campo, tiene esas facetas bien desarrolladas.
Tampoco olvidemos que la mitad de la plantilla no eran los mismos que hace 4 años, lo cual significa que aunque el protagonismo de ciertos jugadores Ramos, Xavi, Iniesta es importante, lo es aún más el perfil de jugadores elegido a la hora de seleccionar o el propio estilo de juego de La Roja.
La suerte también nos ha acompañado, como alguien dijo, la suerte del campeón, pero cuando menos dependan los resultados de ella, mejor. Es ahí cuando aparecen los profesionales del deporte que continuamente se forman para ser mejores. Es ahí cuando la improvisación sólo es sinónimo de creatividad, pero totalmente contraria al trabajo y la responsabilidad de dirigir a un deportista o conjunto de deportistas, que además de jugar y ganar, no paran de transmitir una serie de valores al conjunto de la sociedad que hace muchos años no se veían dentro del fútbol.
II Jornada Técnica en Villena
La II Jornada Técnica sobre Psicología y Alimentación y Nutrición en el Deporte contó con dos profesionales como Paco Beltrán y Noemí Bañón, a los cuales Profesport agradece su implicación en la formación de los inscritos a esta segunda edición, que mostraron un gran interés por mejorar en sus ámbitos profesionales.
