Si yo mandara… (carta al director)
Como por arte de Abracadabra salen de la nada, o de alguna mente pensante, normas antes inexistentes con las cuales quieren hacer (o eso dicen) que nos encontremos mejor en nuestras lindísimas calles, tanto de Villena como a nivel estatal.
Para ello se sacan de la manga que ahora por mendigar, hay quienes lo hacen por vicio y otros por verdadera necesidad, se le puede multar al infractor de tan bárbaro delito con una cantidad lindante en las tres cifras.
Si se le ocurre a tan aterrador delincuente rebuscar en contenedores algo que echarse a la boca para no olvidarse de cómo se mastica se le sancionará con una suntuosa multa. Pues bien, ahora digo yo, si (quitados los de siempre) hay gente con la imperiosa, me reitero, necesidad de hacerlo, pues los organismos que deben no remedian, de dónde narices van a sacar el dinero para abonar la cuantía del multón. Por decir algo, claro.
Habrá quienes piensen los hay, no lo duden que así en las calles no se verá gente solicitando ayuda monetaria o alimenticia y, por ende, esos enanos bajitos no cogerán malos ejemplos. Ven mal que sus hijos vean a personas lo son aunque que les pese haciendo esto, y en cambio les importa un pimiento que vean en la tele las noticias de asesinatos, guerras, actos terroristas y demás cosas execrables.
Bonito ejemplo para sus hijos, que en lugar de sentarse a solicitar la voluntad harán lo que la caja tonta no dice que es malo. Bueno, por eso es tonta y el que la enciende, sabiéndolo, más.
Y como se me acaba de colgar el ordenata, éste que lo es hasta la médula se va a cazar gamusinos. Lo dicho, no hay mal que por bien no venga, como dijo uno al herniarse cogiendo un euro del suelo. Hasta más ver, pues. ¡Au!