Sin invitación para la fiesta
Abandonad toda esperanza, salmo 488º
Las tres películas de las que les hablaré hoy no son las tres películas de las que tenía pensado hablarles. Me explico: cuando escribo estas líneas todavía no ha arrancado la nueva edición de la Fiesta del Cine, que durante los tres días que dura permite asistir a cualquier sesión de las salas adscritas a la promoción por menos de tres euros la entrada, pero ya se conocen los horarios y se pueden adquirir las entradas. Y así compruebo, lamentablemente, que después de venir ofreciendo una gran cantidad de pases en versión original los martes, y algunos menos el resto de días de la semana, el cine que me pilla más a mano ha tomado la decisión de reducir las proyecciones en VO a tan solo un par de títulos: uno que ya he visto y otro que no me interesa en absoluto.
Así pues, yo tenía pensado hablarles hoy de Black Mass, La Cumbre Escarlata y La verdad después de haberlas visto en versión original a una por día... pero no ha podido ser; y lo que más me preocupa es que sumar una semana más al momento de su estreno implica que quizá la que viene tampoco estén disponibles en VO para dejar espacio a los nuevos títulos que lleguen a la cartelera. En resumidas cuentas: en esta ocasión la cadena de cines Kinépolis, que por lo general se preocupa por satisfacer a sus clientes, ha dejado fuera de una iniciativa tan exitosa como esta Fiesta del Cine a todos aquellos que no contemplamos la posibilidad de ver cine doblado. Que no nos han invitado a la fiesta, vaya.
De todas formas, a lo largo del mes de octubre ya me monté yo mi fiesta del cine particular, pagando eso sí las entradas a su precio estándar, y muchas veces sin poder recurrir ni siquiera a la rebaja del Día del Espectador; al parecer, ser un espectador con criterio tiene su precio. Pero vamos por orden: la primera en caer fue Irrational Man, mi personal reencuentro con Woody Allen durante una etapa en la que, precisamente por no poder verlas en VO, he dejado pasar muchas de sus últimas películas, algo impensable hace apenas una década para el fanático de su cine que soy (o era). La excepción fue A Roma con amor, que pude ver precisamente en una edición anterior de la Fiesta del Cine, y que aunque es verdad que no está entre sus mejores trabajos cuenta con mi simpatía. Pero Irrational Man es otra cosa: en efecto, a nadie se le escapa que retoma ideas y temas tratados con anterioridad (y en general con más acierto) en las magistrales Delitos y faltas y Match Point, así como también en la reivindicable El sueño de Cassandra, pero esta nueva prueba de la obsesión del cineasta neoyorquino por el Crimen y castigo de Dostoievsky vuelve a funcionar gracias a su equilibrio perfecto entre lo trágico y lo cómico, los giros de guion inesperados y el buen hacer de la siempre estupenda Emma Stone, que repite con Allen tras Magia a la luz de la luna, y muy especialmente Joaquin Phoenix, que vuelve a demostrar por segunda vez este año (tras la pynchoniana Puro vicio) que es uno de los mejores actores de su generación. En definitiva: un Allen excepcional, como no se veía en tiempo... o al menos como no lo he visto yo, que también puede ser.
Menos satisfactoria, aunque lejos de parecerme tan mala como se ha dicho por ahí, se me antoja Regresión, la nueva película de Alejandro Amenábar y su regreso al territorio que mejor conoce, el del thriller y el misterio, tras el drama de Mar adentro y el relato histórico de Ágora. El problema que presenta la cinta protagonizada por Ethan Hawke y Emma Watson (por tanto, rodada en inglés y solo disfrutable en VO por muy española que sea) es que resulta ser un film frustrante por definición: Amenábar recurre de nuevo al twist final en su versión más radical; por tanto, la película nos vende ser una cosa y luego resulta ser otra muy distinta... y esa osadía se suele pagar con creces. Si no, que se lo pregunten a M. Night Shymalan, con cuya carrera la de Amenábar presenta algún que otro paralelismo: si resultó inevitable comparar Los otros con El sexto sentido, la redefinición del propio género que presenta Regresión debería recordarnos a esa falsa película de terror que fue El bosque. Lo que ocurre es que, en cuanto al estilo cinematográfico basado en la puesta en escena, el indio que trabaja en Hollywood da sopas con honda a este español nacido en Chile. Con todo, si el espectador es capaz de olvidarse de lo que quería ver y conformarse con lo que el realizador le da, la película cuenta con una atmósfera nada despreciable y con algunas secuencias admirables.
Mucho más redonda, aunque también más complaciente en la medida en que es un relato de concepción clásica que da lo que promete, resulta ser Marte, anunciada como el regreso de Ridley Scott a la ciencia ficción que cultivó en sus obras maestras Alien y Blade Runner... por parte de aquellos que odiaron la reciente Prometheus (no es mi caso) y que quieren hacer como que esta jamás existió (y a los que les recuerdo que a Ridley su opinión se la trae al pairo y prepara varias secuelas de dicha cinta). Por lo demás, nada más lejos de la versión fantástica del género que esta adaptación del libro homónimo de Andy Weir (reciente premio Ignotus a la mejor novela extranjera del año, por cierto), suerte de versión del Robinson Crusoe de Daniel Defoe ambientada en el planeta rojo, con un Matt Damon especializado en papeles de hombre que ha de ser rescatado (recuerden Salvar al soldado Ryan e Interstellar) y alrededor de cuyo personaje gira todo el entramado del relato. A destacar un reparto espectacular y sin fisuras del que me gustaría destacar al impecable Jeff Daniels, a un estupendo Sean Bean y a la siempre fascinante Jessica Chastain, que sigue encadenando joyas una tras otra (hace no mucho estrenó El año más violento y la citada Interstellar, y también está en lo nuevo de Guillermo del Toro), y cuyo personaje y su afición por la música disco de los años 70 le permiten a Scott utilizar un festivo soundtrack que funciona a la perfección como contrapunto irónico del drama que vive su protagonista.
Por cierto: esta Marte es una de las pocas películas que pueden verse en VO, al menos en los Kinépolis Plazamar 2 de Alicante, durante la Fiesta del Cine; lo que quiere decir que igual la pueden pillar todavía en tales condiciones tras leer estas líneas. No se despisten, o se tendrán que conformar con la versión adulterada.
Irrational Man, Regresión y Marte (The Martian) se proyectan en cines de toda España.