Cartas al Director

Sobre la oratoria

Esta última semana se ha realizado en la localidad de Villena un curso de oratoria organizado por las Nuevas Generaciones del Partido Popular de nuestra localidad. Es un motivo de celebración que haya este tipo de formación para los jóvenes en los tiempos que corren, donde la palabra ha sido sustituida por whatsapps y las expresiones por emoticonos, lo que no es de celebración son quizá los fines.
Cuando hablamos de oratoria nos referimos al arte de hablar con elocuencia, aunque bien es cierto que la oratoria actual tiene como fin el aprovechar dicha elocuencia para persuadir. Asistimos a un cambio en la lengua, plagada de eufemismos que camuflan la verdad y hacen la más vil mentira apetecible a cualquiera.

Porque ahora las tropas no se envían a la guerra, las tropas son enviadas en misión de paz. No importa que las tropas sigan llevando armamento de vanguardia, al igual que no importan los continuos atropellos causados a civiles de otros lugares, la finalidad es la Paz. Porque es normal que Israel ataque Palestina, pero no es normal que una persona despojada seguramente de todo lo importante en su vida intente devolver el mal causado en su pueblo con los únicos medios que dispone. Seguramente esa persona esté loca, o sea un radical religioso, porque ¿a quién no le han quitado su territorio, han asesinado a sus vecinos y lo han recluido entre unos muros por discrepancias ideológicas?

Es cierto, no es normal, pero esos grandes oradores, o mejor dicho, esos grandes manipuladores y farsantes plagados de sofismas, se han encargado de normalizar tales actos. Y me pregunto, ¿No harán lo mismo conmigo? ¿No me convertirán en un radical? ¿No me convertirán en el malo aunque reivindique algo justo?

Y ante esto, ya tengo la respuesta. Esos grandes oradores que alguna vez recibieron su formación en alguna sede de su partido, son los que se han encargado de llevar eso a cabo. Ellos son los que han hablado de recesión, cuando la cruda realidad era crisis; dietas, cuando eran sobresueldos; deuda recibida, cuando se trataba de despilfarro; recortes a la dependencia en vez de desmantelamiento del estado de bienestar... y así podría continuar con un sinfín de expresiones, que difuminan la realidad y nos alejan de esa verdad que dicen defender, criminalizando hasta las reivindicaciones que recoge la Constitución, como es el caso de la Ley de Seguridad Ciudadana, haciendo parecer a un pobre desahuciado el más peligroso de los terroristas. Y todo esto con el respaldo de los “Medios de Manipulación”.

Por otro lado, son esos grandes oradores ya formados, los que han implantado esa mentalidad bipartidista, de izquierdas o derechas, apartando poco a poco la mentalidad crítica fundamentada en unos valores, que visto lo visto en su educación no recibieron, y quitando así el diálogo y el entendimiento entre las personas para buscar soluciones que sean del agrado de la mayoría. Todo esto renunciado a unos ideales y promesas, que además intentan hacernos creer, siguen estando presentes.

Cuando veo que hay gente de mi edad que se afilia a un partido político, como es el caso del PP o el PSOE, que atentan contra el resto de sus ciudadanos cambiando la Constitución a su antojo como en el artículo 135, en el cual se priman los pagos al bienestar de las personas, sin tan siquiera consultarlo al pueblo, lo primero que siento es incredulidad. La justificación por su parte suele ser la inquietud que sienten, las ganas por cambiar y mejorar las cosas. Yo mismo me siento identificado con ellos y valoro su iniciativa.

En las NNGG de Villena algunas personas intentan justificarme su presencia con lo dicho en el párrafo anterior, y digo yo, ¿por qué no criticáis la deuda que nos dejó el anterior equipo de gobierno del PP siendo Celia Lledó, actual presidenta del partido, la alcaldesa? ¿Por qué no reprobáis, si buscáis el cambio y la mejora, el continuo desmantelamiento del estado de bienestar por parte del Gobierno? ¿Acaso no os perjudica esto y otras tantas cosas?

No, desde las NNGG, esas que ahora organizan un curso de oratoria, nada de eso ha ocurrido, y por supuesto no ocurrirá ya que tienen voto de obediencia. ¿De qué me servís entonces si no denunciáis los impagos a APADIS? ¿De qué me servís si no os alarmáis ante la deuda con las Farmacias de Villena por parte de Generalitat? ¿De qué me servís si no reclamáis el dinero que es nuestro por la construcción de la Plaza de Toros? ¿De qué me servís si en vuestras filas sigue como concejal una persona encargada de realizar estudios ficticios de viabilidad que han endeudado al pueblo?

Sí, es necesaria la oratoria. En los tiempos que corren hacen falta grandes oradores, pero más hacen falta grandes personas, y visto lo visto por el momento de eso carecemos.

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