Aquí tenemos a todo el mundo, dale que te pego, hablando de los mismos y las mismas. De Celia y de Cristina. De Pedrosa, del Morterete, de María José García Herrero. De todos... menos de dos. Y, cuando están los ambientes tan caldeados, me van a dejar romper una lanza por esos dos: José Tomás Peralta y Paco Abellán.
Esos dos sí que las han pasado canutas (y creo que las siguen pasando canutas). Pero ahí los tienen, señoras. A mí que no me vengan con gaitas de integraciones, de consensos o demás tonterías. Estos tíos, en su día, fueron fieles a sus ideas y votaron a su candidato para la Junta Provincial del PP, y estoy convencido de que nunca se han arrepentido de su postura.
Pero estos tíos han continuado arrimando el hombro, currando como locos, y sufriendo las leches que les han dado unos y otros. Han seguido defendiendo sus proyectos, con uñas y dientes: los proyectos que Villena votó por mayoría absolutísima.
Seguro que les ha sido muy difícil a nivel personal, pero tiene mérito verles siempre con la sonrisa en la boca.
Y nadie habla de ellos cuando, para mí, son un ejemplo.
