Son tiempos de cambio
Hemos tenido que esperar muchos años para que el bipartidismo se desmoronara de esta forma, para que ni el PP ni el PSOE fueran el partido político con más intención de voto. Con la encuesta del CIS de esta semana, Podemos se pone por delante y se presenta como alternativa real dentro de la opinión de la gente.
Mientras siguen apareciendo más casos de corrupción entre PP y PSOE tras la "Operación Púnica" de esta semana, mientras nos dura la resaca de la borrachera de despilfarro de las "Tarjetas Black", y aún sufrimos los efectos de los Gürtel, ERE´s y otros casos sonados, la gente se da cuenta de que hay una medicina que es votar. Pero al igual que ha tenido que comprobar Teresa y toda la sanidad pública de este país, no basta con una medida para evitar el desastre, y hay que prevenir desde todos los remedios que conozcamos.
Porque votar a otros ya no es suficiente. Hay que participar en la política, sentirla como parte de nuestra vida y tener una voz y un discurso que sea propio, de la gente. Ninguna política será efectiva si no cuenta con el consenso y el respaldo de la mayoría de la gente y su involucración.
No hay quien pare ya el descontento general. Pronto, cuando ya no nos lo impida un partido que gobierna con mayoría en el Estado español, tendremos la oportunidad de hacer otro tipo de políticas, de aprobar otro tipo de leyes. Vemos como la pobreza crece en número de personas y la miseria de cada una de esas personas y familias se acentúa. Queremos tener, como mínimo, lo básico para subsistir, y seguro que con el cambio de gobierno tendremos más posibilidades de crear leyes que vayan en esa dirección.
Igual muchos de los y las que leéis estas líneas podéis esperar a esas elecciones, a ese big bang político que desintegre el régimen caduco actual y sea el origen de otro nuevo. Pero hay personas que su situación las está excluyendo del sistema, no solo ahora, sino desde hace años. Y va a ser muy complicado crear las leyes y condiciones desde cero, sin saber cómo solucionar los problemas que las atacan ni cuáles son las soluciones.
Económicamente, este sistema político ha perdido el control. La Unión Europea y sus instituciones, nos han arrebatado parte del poder político, otra parte nos lo han quitado las grandes multinacionales y los bancos, y otra parte nos la usurparán los nuevos Tratados de Libre Comercio que nos están ya anunciando (como el TTIP).
Debemos recuperar, para ser libres de aplicar la política que deseemos en cada lugar, la política que por medio de la participación, la democracia y el consenso resulte, el poder político en instituciones más cercanas. Junto a esa recuperación de competencias robadas desde otras instituciones (algunas no democráticas), tenemos que recuperar el control sobre la economía, ya que en los últimos años de crisis ha quedado patente que el mercado no se autorregula, y que un mercado en forma de monopolios y oligopolios sabe como enriquecerse a costa de expandir la pobreza.
Si llega el momento de ver como gana Podemos, creo que habrá sido una victoria, pero no la última. Y también se corre el riesgo de que se convierta en "la gran oportunidad desperdiciada" de cambiar el tipo de sociedad individualista y jerarquizada, por una solidaria y popular. Como cualquier otro partido, Podemos está formado por gente, y esa gente no solo debe ser una maquinaria electoral, no. Debe presionar en su interior para que no se cree esa "casta" que denuncian. Debe debatir cada una de sus propuestas en sus asambleas y con la ciudadanía. Debe arriesgarse a doblegar a los poderes económicos y de comunicación de masas para que la democracia alcance su cénit y la riqueza deje de estar concentrada. Debe seguir trabajando, el doble si cabe, si llegaran a alcanzar las instituciones, para sacar la política de los despachos y llevarla al pueblo.
Por último, nos deben recordar continuamente que si bien las leyes y unas instituciones que promuevan la participación y la democracia, hay muchos cambios que se hacen a pie de calle, con grandes movilizaciones, en torno a reivindicaciones concretas que las siente la gente y las defiende hasta el final. Como en las Marchas, es importantísimo estar haciendo fuerza en cada lucha, uniéndose para empezar a introducir cambios desde ya. Y sí, como el pueblo pierda las próximas elecciones, padecerá en sus carnes todas las consecuencias de las crisis ecológica, económica, social y política que empiezan a asomarse en los últimos años.