Sueños para el 2012
Faltan solo unos días para que termine este año 2011. Un año que para casi todas las personas ha sido un tiempo de inquietud y zozobra económica, e incluso moral. Un periodo de tiempo, de esos que pretendemos olvidar pronto, ya que en lo único que se ha significado es en la amenaza del paro y la ruina de muchas familias de nuestro país.
Un periodo de la historia que todos los ciudadanos tendremos muy en cuenta, pues rompió en muchos casos la bendita cotidianidad del trabajo diario. Un año que ha cambiado a la sociedad de nuestros días en conceptos, acciones y valoración a todos los niveles.
Un año que ha roto el signo político de nuestros gobernantes, con nuestro voto soberano en las urnas. Un año en que los terroristas de ETA han dejado las armas para defender sus ideas con la palabra y el consenso entre los demócratas, sin pedir perdón a todas las víctimas y a sus familias de este desaguisado político, que ha durado más de cuarenta años. Una anualidad en que muchas féminas han sido asesinadas a manos de sus verdugos por problemas de convivencia o irracionalidad. Un ciclo en el calendario que muchas personas quisieran borrar de sus vidas.
Por eso me gustaría despertar de mi descanso nocturno el día uno de Enero de 2012. Después de haber tenido un sueño placentero. Donde nuestro país había comenzado a progresar con el recién estrenado Ejecutivo de Mariano Rajoy. Que estos nuevos políticos comiencen con fuerza e ilusión para que los cinco millones de conciudadanos que están desempleados y lo están pasando verdaderamente mal, comiencen a encontrar trabajo.
Que las deudas de todas las entidades y organismos públicos del país, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Diputaciones, etcétera, empiecen a pagar todo lo que deben a sus proveedores para que de este modo, todas las empresas involucradas tengan liquidez para poder seguir adelante con sus obligaciones y compromisos.
Que la ley de dependencia se cumpla al cien por cien y la Generalitat Valenciana pague todo lo que debe a residencias geriátricas, a asociaciones de todo tipo y a las personas, que teniendo aprobada la subvención por dependencia, todavía no han cobrado un solo euro, o se le deben mensualidades. De este modo un sector tan importante y vulnerable de la sociedad como es este, podrá seguir adelante con su importante labor social y humanitaria.
Hasta que todo esto no suceda, la sociedad seguirá estancada en el umbral de la miseria en la que nos ha dejado esta maldita crisis económica que estamos atravesando y que a todos nos ha tocado sensiblemente.
Por eso, el nuevo año 2012, es el tiempo de la esperanza en nuestro nuevo gobierno. Es el tiempo de la ilusión, de volver poco a poco al estado de bienestar dilapidado en unos pocos años.
Es el periodo del calendario, de ver a una nueva sociedad con la sonrisa en la boca de todos sus ciudadanos. Es el tiempo de alegría compartida de personas que encuentran de nuevo un empleo, que es el único patrimonio del obrero.
Es el espacio de poder coordinar los valores y tradiciones perdidos por tesis radicales de todo tipo. Es mi sueño y el de muchas personas, que como un servidor, vemos y observamos lo que nos rodea en el momento actual y es por ello por lo que nos gusta dar nuestra opinión. Por eso una vez finiquitado este artículo, solo me queda, estimados lectores, desearles a todos un feliz Año Nuevo 2012.