Suspendida por falta de quórum la Junta de Gobierno que debía aprobar los pliegos de la corrida de toros
Vuelve el verano, y con él el culebrón de la corrida de toros del día 7 de septiembre, un evento cuyos pliegos de condiciones para su adjudicación debían haber sido aprobados hoy, aprovechando la ausencia del alcalde, Francisco Javier Esquembre, pero la sesión ha sido finalmente suspendida por falta de quórum.
Con Juan Richart de baja, y el alcalde, Francisco Javier Esquembre, disfrutando de unos días de descanso, todo hacía indicar que el pliego de condiciones para adjudicar la corrida de toros sería aprobado hoy con los votos a favor de Carlos Beltrán (PSOE) y José Joaquín Valiente (PP), en mayoría frente a Virtudes Hernández (Los Verdes). No obstante, dado el retraso en el comienzo de la sesión, y alegando que tenía obligaciones profesionales en Alicante, el representante del PP se ha visto obligado a abandonar la Junta de Gobierno, que ha tenido que suspenderse por falta de quórum (es necesario que estén presentes, al menos, 3 de sus 5 componentes).
La situación, pues, se complica. En primer lugar porque, dado el periodo estival y teniendo en cuenta las vacaciones de los ediles, el equipo de gobierno había previsto celebrar Juntas de Gobierno cada dos semanas, en lugar de hacerlo de forma semanal, que es lo habitual. Ello traslada casi a comienzos de agosto la próxima sesión, y si entonces se aprueban los pliegos, deberá seguir un preceptivo periodo de exposición pública, a lo que hay que sumar los plazos legales para recibir ofertas, valorarlas y realizar la adjudicación En definitiva, que los plazos se verían muy ajustados, y cualquier contratiempo podría dar al traste con la corrida.
Además, el cambio de fecha facilitará que el alcalde retome sus obligaciones y vuelta a estar presente en la Junta, con lo que los votos Verdes serán 2, empatando con los de PSOE + PP (la baja de Richart, en teoría, se va a prolongar más tiempo), por lo que la celebración de la corrida de toros quedaría en manos del voto de calidad del alcalde, presionado siempre por sus socios de gobierno para permitir los toros, pero igualmente presionado, y de manera cada vez más intensa, por sus compañeros de la Asamblea Verde de Villena y los colectivos en defensa de los animales, cada vez más beligerantes ante la aparente desidia de sus 5 concejales a la hora de usar su posición de fuerza en el equipo de gobierno para impedir la celebración de un evento de este tipo.