Tele-Telele
¡Albricias! ¡Alegría! El PSOE ha presentado su última ocurrencia: Tele PSOE, un engendro que, de la mano de Pepiño Blanco, pretende proporcionar a tan maltratado partido un pequeño espacio catódico por el que vendernos su burra, ya que como todo el mundo sabe los socialistas ni controlan la televisión pública ni se llevan bien con el tinglado mediático de Prisa y sus muchos y variados satélites. De momento, tan fundamentales contenidos sólo pueden verse por internet (www.psoetv.es), pero mucho me temo que más pronto que tarde vamos a encontrarnos con dicha señal entre La Sexta y Cuatro, más que nada porque los nuevos predicadores no se sientan muy solos en sus primeros pasitos.
En su primera parrilla televisiva, por si quedaba alguna duda, la nueva televisión nos ofrece un extenso reportaje sobre Las cloacas de Terra Mítica o las faraónicas obras de Ruiz Gallardón en la M-30, esas que desquician a los ciudadanos. Quiero pensar que pronto nos hablarán del estado del Proceso de negociación con ETA, o de la avalancha de cayucos y las políticas de inmigración, o del nuevo orden mundial constituido por Evo Morales, Hugo Chávez, el moribundo Fidel Castro, el presidente iraní de nombre impronunciable y el propio ZP
Pero de momento, sólo profundizan en los desmanes del PP y en la cara más humana del ex-ministro Montilla, que fíjense si debe ser bueno que hasta la Caixa le perdona mil kilos aun a pesar de haberles obligado a hacer el ridículo en la famosa OPA contra Endesa, que por obra y gracia del PSOE y alguna tontería que otra del PP (mejor alemana que catalana) lleva todo el camino de acabar en manos teutonas
Y es que la tele es lo que tiene: que aun sin quererlo, la gente la ve, ya que está ahí en el salón, junto a nosotros, y puestos a elegir entre leer un libro o un periódico (eso requiere pensar) y encender la tele y apagar el coco, pues muchos nos quedamos con lo segundo, que siempre es más fácil y más agradecido. Por eso los políticos siempre han querido controlar las televisiones: primero la gorda (TVE), un agujero negro que genera déficit y más déficit con cargo al presupuesto y que sólo sirve para convencernos de lo buenos que son quienes gobiernan (llegando a extremos vergonzosos como los de Urdaci, condenado por manipulación); después llegaron las autonómicas, que son más de lo mismo pero al dictado de los distintos virreyes que gobiernan en este Reino de Taifas que es la España de las Autonomías. Y por último les ha llegado el turno a las locales, cuya reciente eclosión no está para nada relacionada con la inminencia de las próximas elecciones, qué va.
Hablando de las locales, me gustaría añadir dos cosas: Una, mostrar mi solidaridad con los responsables de TV Intercomarcal, que están recibiendo ciertas críticas por el hecho de apostar por la pluralidad informativa, algo sin lugar a dudas beneficioso para todas las partes, y muy especialmente para sus espectadores. Y dos, hablando de la televisión que el Muy Ilustre acaba de poner en marcha no sin polémica, les voy a largar mi primera andanada: Vaya un fin de semana apasionante que nos habéis dado, majos. Coros y Danzas por aquí, Coros y Danzas por allá, todo ello repetido hasta la extenuación mañana, tarde y noche
No es por nada, pero como sigáis insistiendo tanto vamos a llegar a un nivel de saturación que quizá nos haga aborrecer al Grupo de Danzas y posicionarnos en contra de esa merecidísima Medalla de Oro que les quieren conceder, aunque me da que a este paso, y de aquí a las elecciones, me van a dar la Medalla hasta a mí