Cultura

Temporada Otoño-Invierno del Teatro Chapí

Bueno, no sé ustedes, pero yo, en lo tocante a la extenuante vida política que estamos viviendo en este país que compartimos, estoy más que fatigado. Así que debemos aprovechar cualquier cosa que se halle entre nuestros intereses para marcarnos fechas en el calendario.
Por ejemplo la presentación de las programaciones teatrales de la próxima temporada, adelantadas estratégicamente cada vez por más teatros para adaptarse a estos persistentes tiempos de precariedad económica e imposiciones desmedidas (porque otra vez parece lejano recuperar esos trece puntos de IVA cultural que no han traído más que cierres de salas y empresas culturales, y pérdida de espectadores). Por eso, y siempre desde mi particular punto de vista, prefiero resaltar mis elecciones en el programa de otoño.

Nuestro Teatro Chapí continúa apostando por unos precios de taquilla que no tienen rival en los grandes teatros de provincias con los que comparte espectáculos de talla. De modo que comenzamos la temporada con una compañía emblemática que viene visitando nuestra ciudad incluso antes de la última inauguración de nuestro teatro. Producciones Yllana con su estilo desenfadado estrena el otoño con su espectáculo Chefs. Pero ya metidos en octubre nos encontramos al Club Caníbal con Desde aquí veo la sucia plaza. Una propuesta que llama la atención, no tanto por su nominación a los Premios Max como por su inclinación al humor negro y surrealista. Y sin soltar octubre Bambalina Teatre Practicable, compañía valenciana que ya debe aparecer en los libros de texto de los colegios, nos presenta su Quijote, una pieza de Jaume Policarpo que durante décadas ha sido disfrutada, premiada y elogiada a lo largo y ancho de la península y más allá. Un espectáculo imprescindible en este año de Cervantes que además tendremos la oportunidad de vivir en petit comité, todo un privilegio.

Como pueden ver, queridas personas, la temporada recoge tantas recomendaciones que me llevan a intentar no extenderme demasiado. Así que diré que creo aconsejable acercarse a primeros de noviembre a ver El triángulo azul de Micomicón y el CDN, y por supuesto Rekiavik del celebradísimo Mayorga –ese imán de reconocimientos– donde, sin menoscabo del resto del reparto, actúa el talentoso Daniel Albadalejo. Y termino ya destacando, porque no puedo destacar todo, dos espectáculos de danza que me parecen igualmente esperanzadores aunque solo sea por las firmas de las producciones El amor brujo de ese siempre sensacional Víctor Ullate y por supuesto a nuestra valenciana e infalible Ananda Dansa con su Pinoxxio.

¿Qué más quieren que les diga? Resulta imposible resistirse a esta programación que exuda cultura y arte, de esos que nos ponen los pelos de punta, que nos hacen reflexionar, que no nos dejan salir del teatro siendo las mismas personas que entramos. Solo decirles que si me dejo en el tintero algunas propuestas de la temporada no será porque resulten menos interesantes para ustedes.

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