Tenedlos en cuenta
Es verdad. El aspecto que presentaba la calle Sancho Medina después de acoger en días pasados el II concurso de Graffiti era penoso. Las fachadas, escaparates y mobiliario público nos trasladaban al Bronx de un vistazo. Resultado, tres vecinos de Elche detenidos y, según palabras del concejal de área, una denuncia interpuesta contra ellos en el cuartel de la Guardia Civil para así, de este modo, hacerles correr con el gasto que va a suponer devolver al Carril su aspecto habitual. Decisión con la cual comulgo en su totalidad. Tú ensucias, tú pagas o realizas la limpieza (que tampoco les vendría mal).
Al igual que estoy de acuerdo con el Sr. Montilla y con su intención de continuar con estas actividades, pues el arte de dibujar con spray en la pared (y digo arte porque me resulta asombroso y digno de admiración la capacidad de algunos jóvenes para plasmar en grandes muros imágenes verdaderamente sorprendentes por su tamaño y calidad), y porque este tipo de movimientos urbanos (hip-hop, breackdance, rap
) son la actualidad de la juventud, comparto su punto de vista y su decisión de seguir apoyándoles en estas actividades, que son lo que toca estos días, con lo que ellos se expresan y unen, y porque son tan dignos de tenerlas como cualesquiera otros artistas. ¿Con mas vigilancia? Posiblemente, pero no podemos volver la cara a la realidad por tres vándalos fuera de control. Porque yo les pregunto ahora:
¿Qué diferencia existe, en cuanto a la visión que dejan tras de sí y la fealdad que proporcionan, entre los causantes de esta acción y los que pinta una sábana vieja de su casa para anunciar una boda y la cuelgan en las vallas mas visibles de nuestra ciudad?
Mi sincera opinión es que ninguna. Pero hete ahí que hasta este momento (que yo sepa), a ningún vecino de nuestra ciudad, ni a ningún concejal, se les ha ocurrido presentar una denuncia contra la pareja de contrayentes protagonistas de dichos lienzos, como si fuese más agradable a la vista bajar por la calle Joaquín Mª López y en lugar de admirar la bonita fachada del teatro o los árboles del Paseo darte de bruces con la imagen de unos colgajos de colores varios que nos informan de que Fulanito y Sotanita se casan. Colgajos que se mantienen en tiempo y espacio mirando al pueblo con total insolencia, pues saben que ni desgarrados por el viento ni sucios por el efecto de la lluvia vendrán a retirarlos los que allí los han puesto, que sería lo correcto.
Y por si fuera poco y alguno no se hubiese enterado del bodorrio de turno a través de las susodichas vallas publicitarias (por llamarles de algún modo), el día de autos se empapelan literalmente farolas, semáforos y fachadas de las principales vías con panfletos impresos mostrando las más variopintas y feas imágenes que podamos imaginar de las parejas que ese fin de semana legalizaran su amor en la vicaría o el ayuntamiento. Y ahí seguirán al igual que sus compañeras de viaje (las sábanas) hasta que bien la meteorología nos eche una mano y los destruya, o las brigadas de limpieza municipales los retiren, en cuyo caso todos a pagar sin que nadie se rasgue las vestiduras por ello.
Hágannos a todos un favor señoras y señores responsables del ¡Te vamos a poner guapa¡. Sean tan amables y a la hora de redactar las ordenanzas de limpieza vial, tengan en cuenta a estos seguidores del cutre-arte urbano de la sábana y el folio, primero para la concienciación y después para la multa si se da el caso. Es, sencillamente, una cuestión de igualdad de trato.